martes, 20 de octubre de 2009

Una mentira cómoda y provechosa


EcoMerlo
Argenitna

Transcribimos aquí un informe sumamente intersante y descriptivo de este personaje que acaba de pasar por San Luis, una verdadera verguenza semejante perogrullada.
Queremos aclarar a nuestros lectores que EcoMerlo solicitó reiteradas veces mediante el formulario on-line que presentaba la web de la provincia, la acreditación periodística necesaria para acceder al evento, pero jamás se recibió la mencionada acreditación ni tampoco una respuesta al respecto.

Cuestionamientos a Al Gore

Una mentira cómoda y provechosa

"Con motivo de la visita de Al Gore a nuestra ciudad, recorde este envío del Dr. Rafael Fernandez Rubio, Premio Rey Jaime I a la Proteccion del Medio Ambiente en España, que resulta sumamente revelador. Al menos es una opinion disidente", señala el autor del reenvío que circuló a través de la lista de los docentes universitarios. Un documento que cuestiona al Nóbel de la Paz 2007 de reciente paso por nuestra provincia. Resulta intersante su lectura. Dice que Una verdad incómoda, es una película bien hecha, pero "plagada de mentiras" y cuesiona, entre muchas otras cosas, los gastos energéticos que hace en su vida privada el ex vice presidente de los EEUU.

Una mentira cómoda y provechosa
Para vergüenza de muchos Al Gore ha recibido el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (?). Un catastrofista que, a las falsedades de su propaganda, une la incongruencia de su comportamiento.

Pese a "ir de verde" por la vida, este ex Vicepresidente de los Estados Unidos, para nada se aplica sus recetas, y consume veinte veces más energía que una familia media, y esto lo ha sacado a la luz pública el Tennessee Center for Policy Research, que ha dado a conocer que Gore pagó casi 30.000 dólares (más de 21.600 euros), al Nashville Electric Service, por su factura combinada de gas y electricidad, en su casa, con un incremento notable desde que lanzó su “An Inconvenient Truth”.

Información que ha sido justificada por la portavoz de los Gore, Kalee Kreider, asegurando a la cadena de televisión ABC que cada familia tiene distintas necesidades energéticas, y que Gore es lo que necesita para su mansión de 930 metros cuadrados, con veinte habitaciones, ocho cuartos de baño y una vivienda aneja para invitados. Y se podría también hablar de que el estilo de vida por el que aboga, no es el que practica con su uso y abuso de aviones privados.

Por otra parte este “héroe”, cuando era Vicepresidente, y se había hecho cargo de los asuntos ambientales, domésticos e internacionales de su país, se negó a firmar el Protocolo de Kyoto, para reducir las emisiones de gases que ahora él combate.

Pero es que hay que resaltar que la evolución del contenido de dióxido de carbono en la atmósfera, y la evolución de la temperatura a lo largo de la historia geológica pone de manifiesto que no existe correlación entre ambos parámetros y que evidentemente los cambios climáticos fueron de ayer, son de hoy y serán de siempre.

En todo caso no se debe olvidar que el registro histórico de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, que presentó el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climatológico (GICC), como justificación para reducir los llamados gases invernadero, está manipulado, como ha puesto de manifiesto el profesor Ernst–Georg Beck de la Merian–Schule de Friburgo, Alemania, demostrando la manipulación de registros de CO2 previos a 1957.

El Premio de Economía Rey Juan Carlos, Xavier Sala i Martín Catedrático de la Columbia University y Profesor Visitante de la Universitat Pompeu Fabra, al referirse a la lucrativa “cruzada político-climática” de Al Gore, considera que “Una verdad incómoda” es “una película bien hecha, dramática y a veces estremecedora, pero con un pequeño inconveniente: está plagada de mentiras”.

En el Congreso de los Diputados, se acaban de celebrar las Jornadas sobre Energía y Cambio Climático, a las que he asistido junto a unos 200 invitados. Hemos podido escuchar a técnicos del más alto prestigio, que han aportado información de extraordinario interés, que no voy a traer aquí, pero que están en las actas. Por decir sólo un dato: si se cumpliera por todos los países el Acuerdo de Kyoto, transcurridos 100 años la temperatura global habría dejado de incrementarse sólo 0,07 ºC ¿cuántos sacrificios habría supuesto?

Se podría traer mil perlas, de este “predicador del catastrofismo”, que anda buscando apóstoles en el socialismo español, algunas como ese descaro de decir que el nivel del marsubirá siete metros, con unos modelos manipulados, para dentro de 200 años. El día 22 de octubre me reunía con el posiblemente más prestigioso especialista español de modelos atmosféricos, el Prof. José María Baldasano, Catedrático de la Universidad Politécnica de Barcelona y también Premio Rey Jaime I a la Protección del Medio Ambiente (recibido hace varios años), y me aseguraba que, con la tecnología actual, un modelo de previsión climática a plazos superiores a 35 ó 40 años es totalmente una entelequia.

Sin embargo, hablando de clima, parece que todos “zomos zabios”, todos “zomos zientíficos”, hasta algunos políticos “ze” lo creen y “ziguen” a pie juntillas a este “mezías” que anda por España en busca de incautos “apóztolez”, que le paguen una “pasta gansa” por escuchar sus tragedias apocalípticas.

Como miembro del Jurado, en pasadas convocatorias, me he sentido sorprendido al ver que le entregaban el premio Príncipe de Asturias. Si fuese verdad lo que dice este individuo, de aquí a pocos años los polos se derretirán, las costas serían arrasadas con tsunamis, los campos de nabos de la huerta murciana se anegarían, y todo ello sin olvidar los problemas creados por el metano que emiten los pedos de las vacas en la India.

Este individuo, que se está “forrando” a costa de contar grandes mentiras, basadas en verdades parciales, se contradice con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de la ONU, también galardonado con el Nobel, para quienes el deshielo provocado, que aparece en el documental, sólo supondría un aumento del nivel del mar entre 0,18 y 0,59 metros, a lo sumo, en contra de los ¡7 metros! que Al Gore profetiza en su película basura. Es posible que el cambio de temperatura lo estén provocando, en su bolsillo, los billetes calentitos que se lleva en todas partes, con su predicación de la Iglesia Climática...

Y pensar que esta película , contando falsedades, se la quieren endilgar a todos los niñosde nuestras escuelas ¡mardita sea!

Rafael Fernández Rubio Catedrático y Profesor EméritoPremio Rey Jaime I a la Protección del Medio Ambiente.

Fuente: Periodistas en la Red

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