jueves, 24 de marzo de 2011

Sustentabilidad, el desafío de nuestro tiempo

Eco Merlo
Villa de Merlo


Sustentabilidad, el desafío de nuestro tiempo - Por Ricardo Barbetti*

¿Progreso o Crimen?

Mientras usted lee esta nota están quemando vivos pichones de tucanes, de loros, de colibríes y de pájaros carpinteros en sus nidos y de muchas otras aves, en la provincia de Misiones, como consecuencia de cortar y quemar selva virgen. Sí, esto es emotivo, pero las emociones ayudan a guiarnos en la dirección correcta, a hacer funcionar la conciencia y a mantener el contacto con la realidad; lo racional no es suficiente para hacer todo esto.

Y es humano tener emociones, no tener emociones es ser no - humano. ¿Porqué las únicas emociones respetables van a ser las relacionadas con el fútbol, la política y la ambición? No voy a fingir no tener emociones, no me parece mas científico no tenerlas, sí me parece que es ser menos humano.

Y queman vivas miles de orquídeas, helechos enormes, begonias, cactus, peperomias, bromeliáceas, una diversidad extraordinaria de plantas. Y cortan y queman árboles inmensos, imponentes, de varios siglos de edad, de más de 25 metros de alto, ya eran adultos cuando América era desconocida en Europa, y lianas con flores maravillosas. Por todo esto se están quedando sin lugar para vivir a su manera poblaciones de guaraníes, que son entonces obligados a trabajar para otros y así pierden sus conocimientos de plantas medicinales, de animales, de espiritualidad y todo su modo de vida y su sabiduría de lo que podemos aprender muchas cosas que son mejores y mas sanas que muchas de las rutinas y modas modernas.

Y los animales que se escapan de este desastre: monos, aves, tapires, pecaríes, ciervitos, mariposas y muchos otros, quedan sin lugar para vivir, comer, refugiarse, reproducirse.

Entre las plantas y animales condenados a muerte sin ser culpables hay muchas especies todavía no conocidas por la ciencia. Todo esto tiene también el valor de Patrimonio Nacional que está siendo eliminado brutalmente. La selva atlántica es uno de los ambientes naturales más disminuidos, en Brasil y Paraguay queda muy poco, la Argentina es el país que tiene todavía la superficie más grande de este tipo de selva. Hay un proyecto tri nacional de cuidarlo, llamado "Corredor Verde". Las acciones que estamos examinando son una burla a este sano compromiso internacional... que es poco serio porque se limita a 100 m al costado de las rutas, es insuficiente - y en muchos casos ni eso se cumple. La selva no puede mantenerse bien si es muy chica o está separada en pedazos chicos por áreas sin selva. Los animales y las plantas necesitan corredores suficientemente anchos, los rodean áreas destruidas cada vez más grandes.

Miles de hectáreas de selva son cortadas y quemadas para plantar pinos, sin aprovechar nada de la selva, ni las orquídeas, ni la madera, ni las plantas medicinales. Una sola empresa chilena, llamada Alto Paraná, ya hizo esto con cerca de 10.000 ha de selva, está por hacerlo en cerca de 8.000 ha más y está por comprar o ya compró aproximadamente 200.000 ha. a la compañía Pérez Companc. ¿Porqué queman todo y prohíben usar o rescatar nada? ¿Para destruir la evidencia del crimen que cometen?

Esto es un error monstruoso, es ignorancia, codicia, crueldad, falta de sensibilidad, todo disfrazado con las palabras bonitas "progreso", "desarrollo", "fuente de trabajo (pagan sueldos de miseria)", "explotación racional", "profesionalismo", "seriedad empresaria".

Y esa empresa no es la única, es un solo ejemplo, muchos argentinos y empresas de otros países hacen lo mismo, o peor, en muchas provincias. Ya queda muy poca selva, menos del 20 % de lo que había. Un ministro se interesó por el tema, pero se dice que los empresarios que matan selva y sus socios se ocuparon y consiguieron que sea trasladado a otro cargo.

Si el precio de la madera de pino baja y no es negocio, los cultivos serán abandonados. Selva nunca más. Toda esta destrucción se hace para que algunos puedan usar diamantes en vez de botones en sus camisas. Para que viajen en aviones a chorro privados en vez de en colectivo o a pie. Para que puedan tomar el whisky mas caro en vez de agua de arroyo... las rutinas del lujo y el derroche, del orgullo y la ambición.

¿Hay suficientes personas que alguna vez plantaron una semilla y miraron crecer la planta con emoción, cuidaron un pájaro o un perrito? ¿No les parece que los hechos que conté son insoportables, que no hay que permitirlos? ¿Quién va a hacer que dejen de destruir antes de que sea demasiado tarde?Escribo esta nota para ver si alguien que puede hacer algo se da cuenta.

Para ver si muchos se dan cuenta y hacemos algo al respecto de estas acciones escandalosas. Me dirijo hasta a los dueños y accionistas de esas empresas que matan selva, vida, biodiversidad. Puede ser que no sepan lo que están destruyendo, que no se regenera. No sepan que lo que se extingue, se extingue para siempre. No se puede esperar. No hay retorno Me dirijo a políticos, empresarios, científicos, figuras conocidas del arte, funcionarios, para que encuentren soluciones, para que eviten esta destrucción! Es increíble que en esta época, con lo que se sabe y después que HABLARON tanto, se siga haciendo esto.

Los hechos que conté son señales de que algunas partes de la civilización moderna funcionan muy mal, muestran que son una fuerza cruel, ignorante, feroz. Algunas personas consideran que los negocios, el poder y la fortuna son superiores a la ética y al respeto por la vida en todas sus formas; estos son signos muy preocupantes. Pero hay muchas más personas que no ven las cosas así. Es necesario y urgente corregir los errores.Encaminarnos bien. Ser prudentes. Ser respetuosos. Ser eficientes. No puede haber paz entre las personas si las personas hacen una guerra de exterminio contra la naturaleza.

¿Nos damos cuenta que estamos destruyendo el mundo en que vivimos? Si antes lo desconocíamos y no hacíamos nada, ahora lo sabemos. Sorprende que se siga haciendo esto: matar selva virgen para plantar pinos. Ya queda muy poca selva virgen.

¿Porqué no los plantan donde la selva fue destruida hace años?¿Por qué ahora que sabemos del valor ecológico de estas selvas, no las protegemos? Sé que esto que propongo tiene desventajas, pero ¿cuál emprendimiento humano no lo tiene?

Hay que juntar fuerzas de las personas, de las instituciones, de las ONG, de las empresas y del gobierno para resolverlas! Vivir y dejar vivir. Producir y proteger. Lo que propongo no destruiría selva virgen. Esa es una ventaja muy grande. Y es muy necesario cuidar la selva virgen, por muchos motivos."Para alegría de todos, sin excepción, eran las selvas” dijo un sabio guaraní (pa'i Antonio). Su gente existió por miles de años en la selva y nunca se les ocurrió cortarlas y quemarlas por el motivo que sea.

Tenemos que aprender a convivir con este mundo, a no ser enemigos del mundo - que es ser suicidas, porque todo está unido. Todo lo que le pase a los animales y a las plantas, les va a pasar a los humanos.

El desafío de nuestro tiempo es ser sustentablesLa causa principal del exterminio de la naturaleza es la visión de la realidad a través de los negocios, sin tener en cuenta nada mas. Es la misma causa de que haya muchos secuestros, corrupción, estafas, defraudaciones, etc. (si se considera que la única realidad son los negocios, esas actividades se considerarán magníficas, maravillosas, excelentes, porque son muy buen negocio: se gana ¡muchísimo! Exactamente eso está pasando).

Algunos hablan de la "visión antropocéntrica". Pero no es tan común como la "visión negociocéntrica" o egocéntrica (llamada muchas veces, para que parezca mejor, "ambición", "pujanza" o "competitividad", y hasta considerada una cualidad).

Entonces es evidente que el único modo de detener el exterminio cada vez más veloz de la naturaleza es conseguir que se consideren otros aspectos de la realidad, además de los negocios. Para conseguir esto no es suficiente con simplemente describir lo mejor que se puede esos otros aspectos y porqué son importantes. Eso yo y muchos otros (no demasiados, no suficientes) lo venimos haciendo desde hace décadas, y el resultado es poco y muy triste, para llorar. Es necesario hacerlo con mucha astucia, habilidad, de un modo que despierte interés, que sacuda, que saque de la indiferencia, que emocione y atraiga. Es necesario que lo digan personajes famosos, carismáticos, adorados por multitudes: Diego Maradona, etc. (cuando Maradona habló sobre el tema de la reserva que el gobernador de Salta hizo vender, por primera vez el gobierno nacional dio señales de interesarse en hacer algo para arreglar ese asunto).

Es necesario que lo digan personas que son tomadas como maestros por lo que ven únicamente negocios.

Es necesario que lo apoyen no solamente algunas ONG y personas del ambiente académico, sino por lo menos 50.000 personas (esta cantidad de gente hizo que se tenga en cuenta el caso de Gualeguaychú y las "papeleras"). No estoy hablando en broma, lo digo con toda seriedad. Puede ser que esto sea poco serio, pero la realidad es que consigue respuestas, sin cosas como estas solo hay indiferencia, silencio. Parece que la realidad misma es poco seria.

Es necesario que lo apoye gente bonita y con simpatía y cierta celebridad, dispuesta a aparecer semidesnuda en lugares prestigiosos (como la Reina del Carnaval de Gualeguaychú). Esto puede ser frívolo, pero la realidad es frívola, hay que hablar en estilos y en idiomas que puedan entender los que lo van a oír y sobre todo los que pueden hacer algo para arreglar las cosas.

Que cada uno haga lo que siente, lo que sea capaz de hacer. Pero sin decir antes de hacer nada "eso no". Ni decir nunca "YO VOY A APORTAR MI GRANITO DE ARENA" ¡Hace falta mucho más que unos granitos de arena! No hay que ponerse límites por anticipado, ya la realidad los va a poner. No se puede saber cual va a ser el resultado, hay que hacer lo mejor que se puede y que el mundo, la realidad, ponga los límites, no atarse uno mismo.

Es mejor una postura positiva, no hay que decir (ni pensar) nunca que algo bueno, necesario, es imposible. Eso es darle más fuerza a lo negativo. Estar atentos pues, algunos hablan así para demostrar que ellos son muy realistas, que se dan cuenta de cómo funcionan las cosas. Pero es más importante darse cuenta de qué es NECESARIO e IMPRESCINDIBLE. Cuando se ve que algo es imprescindible, decir que es imposible es irresponsabilidad y falta de impulso, de avance.

Los únicos pasos siguientes adecuados son para hacer que sea posible, que sea real. La única manera verdadera de corregir algo malo es cambiando la causa. Si la causa del exterminio de la biodiversidad es la visión de la realidad a través de los negocios, sin tener en cuenta nada mas, entonces la solución tiene que incluir el despertar en otros una visión de la realidad que tenga en cuenta muchas otras cosas. No es fácil, pero es NECESARIO. Lo primero es no ser aburrido, ser interesante y fácil de entender.


*Ricardo Barbetti, ecologista, experto en botánica y plantas nativas, director del área ecología del Museo Argentino de Ciencias Naturales e Instituto Nacional de Investigación de las Ciencias Naturales.

fuente: revista Eco Merlo



miércoles, 23 de marzo de 2011

GALEANO AMBIENTAL, GALEANO TOTAL

Eco Merlo
Región de Cuyo

Hace unas horas, Eduardo Galeano recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Cuyo. Siendo 22 de marzo de 2011, Día Mundial del Agua, lo dedicó a los Militantes del Agua, "que en Mendoza y muchas otras comarcas del mundo" luchan contra las mineras, forestales y todos los que la contaminan, traicionan la naturaleza y quieren convertir al agua en una mercancía. "El agua es y quiere seguir siendo un derecho de todos".

Eduardo Galeano: palabra y memoria de América Latina
22.MAR.11, 16:34. Autor: Prensa Uncuyo

Con la exquisitez de su palabra y su vocación de rescatar la “memoria secuestrada” de América Latina, el escritor uruguayo Eduardo Galeano coronó el acto en el que la Universidad Nacional de Cuyo lo distinguió con el Doctorado Honoris Causa, con una exposición que tituló “La independencia. Memoria del futuro”.

El acto se desarrolló en el Salón de Grado de la Universidad, cuya transmisión tuvo que ser duplicada en otras dos salas por la gran cantidad de asistentes, la gran mayoría de ellos estudiantes, que no ahorraron aplausos para celebrar la presencia y las palabras del nuevo Doctor.

Acompañaron al homenajeado en el estrado el rector de la UNCuyo, Arturo Somoza; el vicerrector Gustavo Kent y el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Juan Carlos Aguiló, unidad académica que propuso la distinción.

Junto a las autoridades, docentes y personal universitarios, estuvieron presentes el ex rector José Francisco Martín; el secretario de Ambiente de Mendoza, Guillermo Carmona; el cónsul de Uruguay, Homero Pineda; representantes de las Madres de Plaza de Mayo, y la compañera de vida de Galeano, Elena Villagra.

Tras la interpretación de los Himnos argentino, de la Universidad y de Uruguay, el cuarteto Ambar Voces, integrado por cuatro jóvenes mujeres, deleitó con tres interpretaciones de ritmos originarios de varios países.
Aguiló tuvo a su cargo la fundamentación que motivó la iniciativa unánime, a partir de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, como expresión del empeño de toda su diversidad en pos de una “política académica más allá de lo universitario y en consonancia con los temas cuyo tratamiento reclama la sociedad”.

Centró, en ese contexto, el enorme aporte de Galeano en la senda de unir “palabra y memoria”, para la “creación de nuevos relatos” en la convicción de la necesidad de “repolitizar la democracia”. En esa perspectiva -señaló- “la UNCuyo y la Facultad toman partido” para que a partir de nuevos discursos “nos expresemos con palabras que permitan contar lo que somos”.

El vicerrector Kent hizo una breve referencia a “una experiencia personal”, cuando leyó “Las venas abiertas de América Latina (publicado en 1971) un año después del ajusticiamiento de una decena de detenidos políticos en el Penal de Rawson en agosto de 1972, “y allí descubrí que ese presente tenía mucho que ver con esa otra historia, en la que está anclada la causa de América Latina”. “Galeano -resumió- es una persona que nos proyecta al futuro”.

Somoza saludó a Galeano con un cálido “amigo y compañero latinoamericano”, y lo definió como “militante y luchador por la unidad de América Latina”.

“Este acto de hoy -añadió- no es casualidad. Es la hora de la unidad de los pueblos latinoamericanos. Los pueblos saben escuchar y actúan y debemos leer estos signos de los tiempos”.

Seguidamente, se leyó la Resolución del Consejo Superior que otorga la máxima distinción universitaria a Galeano, texto que el rector le entregó junto con el tradicional diploma de honor. Galeano recibió, además, una placa recordatoria de manos del decano Aguiló y una escultura “Imágenes primigenias”, obra de la artista Vivian Magis, de manos del Vicerrector.

Memoria del futuro
La tradicional exposición magistral de los nuevos Doctorados la comenzó Galeano -en coincidencia con el Día Internacional del Agua, que se celebra el 22 de marzo- con un “homenaje a los militantes del agua aquí y en otros sitios, contra los enemigos del agua, empresas mineras que la contaminan, industria forestal que la seca y todos los que pecan y traicionan a la Naturaleza, convirtiendo al agua en un negocio y no un derecho de todos”. (Al término del acto, representantes de un importante grupo de la Asamblea del Agua le entregaron una camiseta de su campaña “No a la minería contaminante”.)

La exposición continuó con una referencia a los Bicentenarios que en estos años celebran distintos países de América Latina. “La independencia -sentenció- sigue siendo una tarea inconclusa y es necesario hacer memoria para completarla”.

En relación con la memoria, Galeano exaltó al “primer país independiente y libre de América: Haití”. Aunque Estados Unidos se independizó en 1776, “los 645.000 esclavos siguieron siendo esclavos”, precisó. En cambio, en Haití se liberaron e independizaron los esclavos. Y ese hecho “resultó imperdonable” para los antiguos dominadores y “le exigieron a Haití el pago, durante un siglo y medio de la ‘deuda francesa’ y todavía lo tienen condenado a la soledad, el desprecio y la miseria”.

Paraguay: otro ejemplo. “Ese país no obediente y sin deuda fue destruido en nombre de la libertad de comercio”, en cuyo “prontuario” figura “la imposición del opio en China y la destrucción de los talleres de la India, por parte de la Reina Victoria de Inglaterra”. “La libertad del dinero -sentenció- enjaula a la gente”.

En el marco del Río de la Plata, evocó las figuras del Mariano Moreno y Juan José Castelli, miembros de la Primera Junta, calificados como “perversísimos” por quienes “secuestraron la Revolución” y defenestrados del proceso.

Una especial evocación dedicó al educador venezolano Simón Rodríguez “El Loco”, a quien definió como “el más audaz y querible de los pensadores latinoamericanos”, a pesar de ser “un perdedor” debido a las persecuciones que sufrió, pero no por eso menos importante, porque “en la memoria de los perdedores, allí está la verdad”.

Recordó algunas de las iniciativas “prohibidísimas” del maestro de Simón Bolívar -en el contexto de la década de 1820- como su principio de que “sin educación popular no habrá verdadera sociedad”, o su audacia de “mezclar en la escuela a varones y mujeres, y la enseñanza de los oficios manuales con las tareas intelectuales”.

Recordó la famosa frase de Radríguez: “¡Copiones! ¡Copien de Estados Unidos y de Europa su originalidad!”, y se preguntó: “¿Acaso no está vivo ese “Loco” en las ansias y acciones de independencia de nuestros pueblos?”.

Finalizó la exposición con la evocación del prócer uruguayo José Artigas, “la voz más profunda de estas tierras” y “primero en realizar una reforma agraria en América”. Ironizó -como apunte- con el recuerdo de que los jefes de la última dictadura militar de Uruguay, al erigir un mausoleo en honor a Artigas, buscaron afanosamente alguna cita del prócer para poner en el monumento. “Pero no pudieron, porque todas sus frases eran subversivas… Entonces, sólo inscribieron fechas de batallas”. Artigas, también “es un perdedor profundamente vivo”, finalizó.


fuetes: Universidad Nacional de Cuyo y RENACE


lunes, 21 de marzo de 2011

OTOÑO, los ritmos de la naturaleza

Merlo Despierta
Villa de Merlo

Otoño, los ritmos de la naturaleza
Por Antonio Elio Brailovsky

Queridos amigos:

La nuestra es la única cultura en la historia humana en la que el desconocimiento de la naturaleza juega un importante rol económico y político.

Entre nosotros, existen importantes grupos de interés que lucran con la destrucción del medio natural al que pertenecemos y que nos sostiene. Pueden seguir haciéndolo porque hay demasiada gente que ha olvidado esa pertenencia y cree que la naturaleza es algo lejano y no el agua que bebe y el aire que respira.

Incide en esa ignorancia el modo de vida urbano que, a menudo, nos hace olvidar los ritmos de la naturaleza. Por eso, nuestra insistencia en recordarlos.

En esta entrega ustedes reciben:
Un texto del cubano Alejo Carpentier, uno de los grandes del barroco latinoamericano de mediados del siglo XX. Narra una peregrinación a Santiago de Compostela, en la cual es importante el momento del año en que ocurre.

La obra de arte que acompaña esta entrega es "Otoño" de la pintora vasca contemporánea Clara Ganguntia. Esta obra refleja un aspecto sugestivo del arte de nuestros días, que es el regreso de lo figurativo. Durante gran parte del siglo XX, los que creían saber del tema repetían que la fotografía había matado al arte figurativo. En este momento, son muchos los artistas que nos muestran su forma de ver el mundo, de un modo semejante al real, usando los pinceles.

Quiero saludarlos en el comienzo del otoño.
Un gran abrazo a todos.
Antonio Elio Brailovsky

viernes, 18 de marzo de 2011

Fukushima está más cerca de lo que creemos

Eco Merlo
Córdoba, Argentina.

Fukushima está más cerca de lo que creemos
Por el Dr. Prof. Raúl A. Montenegro, Biólogo*

Japón tiene 55 centrales nucleares, 14 de ellas localizadas en la zona afectada por el terremoto y el tsunami ocurridos a mediados de marzo. Once enfrentaron problemas y seis sufren situaciones extremadamente graves, en particular Fukushima Daiichi. Para entender porqué Argentina no está exenta de tener un accidente nuclear nivel 7 en la escala INES [1] –el peor posible- y porqué sus ciudadanos no están preparados para enfrentarlo, haremos un breve recorrido por las realidades nucleares de Japón, Alemania y nuestro país. Si los gobiernos de la nación y algunas provincias no aprenden la lección de Fukushima estaremos condenados a repetir sus mismos errores. Solo que después de grandes accidentes nucleares no suele haber una segunda oportunidad.

Japón

Antes del terremoto del 11 de marzo de 2011, las autoridades nucleares de Japón y los operadores privados (entre ellos TEPCO, responsable de Fukushima I) consideraban que las centrales de Fukushima I, Fukushima II, Onagawa y Tokai podían resistir terremotos y tsunamis de máxima intensidad. Ese día a las 14:46 JST (tiempo estándar de Japón) se produjo en la costa nordeste un terremoto con 8,9 grados de intensidad en la escala de Richter. A las 15:41 llegó el tsunami. En Fukushima I funcionaban los reactores 1, 2 y 3 (no así las unidades 4, 5 y 6, fuera de servicio). En Fukushima II los reactores de potencia 1, 2 y 3, en Onagawa otros tres reactores y en Tokai la unidad II, cuya unidad I ya fue desmantelada. Todos ellos, pero muy especialmente los reactores de Fukushima I, colapsaron. Comenzó entonces la creciente fuga de materiales radiactivos al ambiente, que continúa en este momento. También se iniciaron evacuaciones masivas en las comunidades más cercanas. Por primera vez en la historia nuclear de la humanidad se accidentaron varios reactores al mismo tiempo. Originalmente la situación de Fukushima se asimiló a un evento nuclear nivel 4 en la escala del INES (que va de 0 a 7), pero a medida que se agravaba la cadena de sucesos se alcanzaron los grados 5 y 6 y muy posiblemente el temido nivel 7. El mismo nivel de Chernobyl.

Las centrales nucleares del nordeste japonés no resistieron la fuerza del terremoto y del tsunami. Pese a las reiteradas garantías de seguridad que históricamente declamaron la autoridad nuclear de Japón y los operadores privados, las estructuras, funcionamiento y dispositivos de emergencia de los reactores colapsaron. Se potenciaron entonces entre sí numerosas crisis: destrucción masiva, mortandad, miles de heridos, redes viales deterioradas, interrupción en el suministro de combustible, electricidad y alimentos, problemas de transporte, comunicaciones defectuosas y réplicas intermitentes del terremoto, que todavía continúan. La preparación de la sociedad civil para enfrentar terremotos, tsunamis y accidentes tecnológicos explica porqué no hubo centenares de miles de muertos en una de las regiones más densamente pobladas del planeta. La sociedad respondió pero no sucedió lo mismo con las autoridades nucleares del gobierno, quienes –en las últimas décadas- no lograron advertir que concentrar muchos reactores nucleares sobre superficies pequeñas y cercanas a grandes centros poblados era un despropósito, sobre todo en un país que soportó históricamente fuertes terremotos y tsunamis. Lo curioso es que siendo el único país de la Tierra donde la insensatez de un enemigo hizo estallar dos bombas nucleares sobre población inocente, Japón desarrollara la misma tecnología que generó las bombas "Little Boy", a base de Uranio 235, y "Fat Man", con Plutonio 239.

Alemania

La canciller alemana Angela Merkel reaccionó con rapidez ante la tragedia humana, ambiental y tecnológica de Japón. El 15 de marzo de 2011 aplazó por tres meses la extensión de la vida útil de 17 reactores nucleares, y un día después paralizó "temporalmente" las 7 centrales más antiguas de Alemania. Tomó esta decisión aunque el país no tenga riesgo de grandes terremotos ni tsunamis [2]. Decisiones similares están siendo adoptadas en distintos países. Hasta el 17 de marzo de 2011, 10 de los 31 países que poseen reactores nucleares de potencia anunciaron la paralización de nuevos proyectos y dispusieron una profunda revisión de su seguridad.

Argentina

Contrariamente a lo sucedido en Alemania, donde se adoptó una rápida medida preventiva, el Gerente de Relaciones Institucionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Gabriel Barceló, descartó que lo ocurrido en Japón pueda suceder en Argentina pues nuestro país "usa una diferente tecnología y además no estamos en zona sísmica" [3]. Esta aseveración es incorrecta. Las tecnologías son diferentes pero los materiales radiactivos que se manejan son igualmente peligrosos y los sismos –por otra parte- no son la única causa de accidente nuclear. Cualquier reactor puede sufrir un accidente nivel 7.

Ese máximo accidente "posible" puede ser el resultado de varios factores, aislados o que actúan en forma simultánea.

Primero, actividad sísmica. La central de Embalse en Córdoba está localizada sobre la falla de Santa Rosa, en una región donde ya se han registrado movimientos sísmicos importantes: magnitud 5,5 e intensidad VII en 1947 y magnitud 6,0 e intensidad VIII en 1934. La "falla del frente occidental de la Sierra Chica" se extiende desde Carlos Paz hasta Berrotarán y Elena. Su potencial para generar sismos es desconocido. En la región también se encuentra la falla de Las Lagunas, cercana a Sampacho –localidad destruida por un sismo en 1934- que llega hasta Río Cuarto [4].

Segundo, fallas humanas. El 30 de junio de 1983 la central nuclear de Embalse sufrió un grave incidente que no llegó a descargar material radiactivo al ambiente. Pero delató “fallas en el diseño, errores en los documentos y procedimientos, y desaciertos en la organización interna”. Este crudo diagnóstico está contenido en un documento del IRS, oficina de las Naciones Unidas con sede en Austria que centraliza los informes sobre incidentes. La CNEA, además de mantenerlo en secreto, tardó tres años en comunicar lo sucedido al IRS. Recién se conoció cuando la revista Der Spiegel, que tuvo acceso a 250 informes secretos, lo publicó en Alemania en 1987.

Tercero, fallas técnicas. Los reactores Candu tienen fallas inherentes a su diseño que explican por ejemplo las numerosas descargas de agua pesada radiactiva descargadas al lago de Embalse. Por ejemplo, febrero-marzo de 1986, agosto de 1987, septiembre de 1987, diciembre de 1987, diciembre de 1995 y octubre de 2003 [5]. Los Candú son particularmente sensibles a ciertos tipos de accidentes [6].

Cuarto, impacto de avión comercial de gran porte por accidente o acto terrorista contra el reactor o contra el depósito de combustible nuclear agotado.

Es importante señalar que Embalse tiene dos sitios extremadamente peligrosos, uno muy protegido por "barreras de ingeniería", el corazón del reactor, y otro menos protegido estructuralmente, el depósito de combustible nuclear agotado. Allí están depositadas las barras de descarte, altamente radiactivas, que se produjeron durante sus 28 años de operación (1983-2011). Al final de su vida útil estaría acumulando más de 120.000 barras que mantienen su peligrosidad durante 1.000 a 1.500 siglos. La situación en Atucha I es similar. Si un Boeing 767 impactara contra esos depósitos, el combustible nuclear se fragmentaría y los residuos radiactivos, transportados en altura por la corriente convectiva del incendio, podrían diseminarse. El viento generaría sucesivas "plumas de contaminación" o nubes. Chernobyl y Fukushima han mostrado que esta contaminación puede afectar zonas muy extensas, incluso a gran distancia de los reactores accidentados [5].

Embalse y Atucha I liberan rutinariamente materiales radiactivos

Las centrales nucleares de Argentina solo son controladas por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) cuyos miembros siempre mantuvieron estrechas relaciones con CNEA y NASA (Nucleoeléctrica Argentina S.A.), que opera los dos reactores. Los gobiernos de las provincias de Córdoba y Buenos Aires –por otra parte- no controlan adecuadamente los reactores nucleares de Embalse y Atucha I, ni preparan a las poblaciones locales para el "peor accidente posible" (nivel 7 del INES). Además de la liberación accidental de materiales radiactivos –usualmente no informadas a la población- ambos reactores descargan rutinariamente una larga lista de radioisótopos al ambiente.

Embalse por ejemplo libera al lago, entre otros, Tritio 3, Zirconio 95, Cesio 137 y 134, Estroncio 90, Cromo 51, Niobio 95, Cerio 141 y 144, Gadolinio 153, Iodo 131, Rutenio 106 y 103, Cobalto 60, Antimonio 125, Bario 140, Manganeso 54, Plata 110 M, Zinc 65 y Curio 51. El aire –en tanto- recibe Tritio 3, Xenón 133, Xenón 135, Kriptón 85, 85 M y 88, Niobio 95, Zirconio 95, Cerio 144, Rutenio 103. Cerio 141, Antimonio124 y 125, Cobalto 60, Hierro 59, Plata 110m y Iodo 131. Todos son de riesgo y dado que algunos tienen vidas medias largas como el Tritio 3 (12,3 años), el Cesio 137 (30,1 años), el Estroncio 90 (28,7 años) y el Cobalto 60 (5,2 años) es muy posible que se hayan acumulado en las cadenas alimentarias del lago y del suelo. El Cesio 137, químicamente similar al potasio, ingresa por ejemplo en tejido muscular y el Estroncio 90 –similar al calcio- en tejido óseo. Dado que el gobierno de la provincia de Córdoba no controla a NASA –la operadora de la central- se ignora lo que está sucediendo. En Atucha I –donde las principales descargas se vuelcan al río Paraná- la situación es parecida.

A nivel de radiación ionizante no hay niveles inofensivos

La radiación ionizante emitida por los materiales radiactivos es dañina para las células, tejidos y organismos vivos. Incluso la exposición a la radiación natural de fondo, relativamente baja, implica riesgos. Cualquier aumento de ese fondo aumenta la posibilidad de efectos negativos. Cada ciudadano debe saber que biológicamente ningún umbral de radiactividad es seguro. Maurice Errera de la Universidad de Bruselas lo expresa muy claramente: “todo aumento de radiación, por pequeño que sea, es susceptible de incrementar la incidencia de enfermedades hereditarias o del cáncer”. El descubrimiento del efecto Petkau cambió la historia del impacto sanitario. Hoy sabemos que las pequeñas dosis de radiación también pueden afectar a las células vivas y su material genético (ADN), y generar cáncer. La radiación actúa de dos formas, directamente cuando las partículas Alfa y Beta y los rayos Gamma alcanzan las células vivas. Indirectamente cuando los átomos "impactados" por esa radiación pierden sus electrones, y éstos actúan como si fueran balas dañinas sobre otras células y sus respectivos materiales genéticos. Los efectos de la radiación, sin embargo, suelen aparecer bastante tiempo después de la exposición. La radiación ionizante, que no tiene olor, ni se ve, ni se toca, enferma y mata en silencio [5].

Córdoba, con más Tritio radiactivo que Buenos Aires

En Córdoba, el lago de Embalse recibe los mayores impactos de la central nuclear de Embalse. Además de las varias decenas de materiales radiactivos que descarga rutinariamente la central, su circuito terciario sobrecalienta las aguas del lago en más de 3 grados centígrados. Uno de los radioisótopos críticos que vuelca es el Tritio 3, cuya vida media es de 12,43 años. Los habitantes de Embalse, por ejemplo, consumen agua potable con 220 becquerelios por litro de Tritio 3. Para la CNEA este valor está “por debajo” de sus límites. Pero para la Directiva 98/93 de la Comunidad Europea, aprobada el 3 de noviembre de 1998, el límite aceptable para agua potable es 100 becquerelios por litro. ¿Porqué un habitante de Embalse debe consumir agua con 500 veces más Tritio 3 que un habitante de Buenos Aires o Roma, sabiendo lo que hoy sabemos sobre el efecto de las pequeñas dosis? CNEA y otras oficinas federales minimizan esta realidad pero sin dar cifras [7].

En Argentina la población no está preparada para enfrentar accidentes nucleares

En Embalse y Atucha I, las tres instituciones nucleares de Argentina, ARN, CNEA y NASA, organizan simulacros de accidente nuclear "menor" solamente en un radio de 10 kilómetros alrededor de cada reactor nuclear. Su plan de evacuación de personas se limita, en cada caso, a 3 kilómetros alrededor de las plantas. Fukushima y Chernobyl muestran hasta qué punto estas distancias son insignificantes. Tokio, que se ha estado preparando para reducir la exposición a residuos radiactivos transportados por aire, está ubicada a 224 kilómetros de Fukushima. En Chernobyl la contaminación radiactiva alcanzó lugares situados a 700 kilómetros de distancia e incluso más lejos.

De allí que en Argentina millones de personas queden marginadas de los sistemas de prevención. Nunca se elaboraron planes ciudadanos con consignas para que cualquier poblador de las ciudades de Río Cuarto o Villa María en Córdoba, o de Rosario en Santa Fe, o de la ciudad de Buenos Aires sepan cómo actuar ante el peor accidente posible. Ni siquiera se han acordado tareas conjuntas con Uruguay para que sus ciudadanos también estén preparados. CNEA se limita a decir que la probabilidad de accidente nuclear es baja y que la tragedia de Fukushima no podría ocurrir en nuestro país.

Al excluir la mayor parte de la población de las consignas de seguridad, las autoridades nucleares de Argentina cometen un error social trágico. Para evitar eventuales críticas y temores prefieren no preparar a la población que vive más allá del radio de los 10 kilómetros alrededor de Embalse y Atucha I.

Pero ellos no son los únicos responsables. Los gobiernos de la provincias potencialmente afectadas por un accidente nuclear nivel 7 en la escala del INES –ya sea en Embalse o Atucha I- también siguen mirando para otro lado. El caso de Córdoba es particularmente grave. La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) le entregó al gobernador Juan Schiaretti, en noviembre de 2010, un Plan Ciudadano con consignas para que los pobladores sepan cómo actuar ante un accidente nuclear. A la fecha (marzo de 2011) el gobernador nunca respondió. De allí que FUNAM esté analizando la posibilidad de accionar judicialmente contra el gobernador y haya decidido, unilateralmente, distribuir públicamente el Plan Ciudadano.

Las limitaciones de las pastillas de Iodo

Durante los accidentes nucleares suelen liberarse cantidades importantes del radioisótopo Iodo 131, que tiene una vida media de 8,1 días [8]. Al igual que todos los materiales radiactivos es una sustancia cancerígena. Por eso se distribuyen pastillas de Iodo estable (no radiactivo) entre la población. Al saturarse la glándula tiroides y estar la persona expuesta al Iodo 131 radiactivo, la glándula no lo fija y el radioisótopo se elimina, mayoritariamente, por orina y materia fecal. Lo que no explican con claridad las autoridades nucleares es que las pastillas de Iodo solo sirven para detener las formas radiactivas del Iodo. No ayuda a eliminar el Cesio 137 ni el Estroncio 90 ni ninguno de los otros materiales radiactivos descargados durante un accidente nuclear. Tampoco "absorbe" la radiación. Debido a esta confusión muchas personas creen que tomando pastillas de Iodo quedan protegidas de todos los materiales radiactivos y de la radiación, lo que no es cierto.

Argentina ya tuvo su accidente grado 4 en la escala del INES

Argentina figura en los listados de accidentes nucleares importantes debido al grave accidente que ocurrió en el reactor de investigación RA-2 en el Centro Atómico Constituyentes, en Buenos Aires (CAT). El 23 de septiembre de 1983 estaba realizándose allí un experimento que requería cambiar la configuración del "corazón" del reactor. Se produjo entonces una "excursión crítica" (reacción fuera de control) que expuso al operador a 2.000 rad de radiación Gamma y 1.700 rad de neutrones, lo que produjo su muerte dos días después. Otras 17 personas ubicadas fuera de la habitación del reactor recibieron dosis que variaron entre 35 rad (0,35 Gy) y menos de 1 rad (0,01 Gy). Este accidente fue calificado como nivel 4 en la escala del INES [5].

En Argentina debe revisarse el programa nuclear y someterse a revisión independiente los sistemas de seguridad de sus reactores de potencia y experimentales. Propuestas.

En nuestro país están definiéndose obras que ponen en peligro sanitario y ambiental vastas regiones geográficas y ciudades muy pobladas. Esto se debe a la gran movilidad de los contaminantes atmosféricos en caso de accidente con descarga masiva de radioisótopos. En Japón las sustancias radiactivas eliminadas desde Fukushima están llegando a Tokio, la ciudad más poblada del planeta (con 35,8 millones de habitantes), que se encuentra a 224 kilómetros de distancia.

En Argentina el gobierno nacional alienta la consolidación de un "parque" de reactores en Lima en la provincia de Buenos Aires que integra, en la actualidad, Atucha I (en operación), Atucha II (en construcción) y el CAREM 25 (en construcción). Es intención del gobierno nacional agregar además la proyectada Atucha III. El ya antiguo reactor de Atucha I se encuentra a 120 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y próximo a ciudades del Uruguay. Si ocurriera un accidente nivel 7 afectaría potencialmente a la Argentina, Uruguay y posiblemente parte del sur de Brasil. Las "plumas" de contaminación radiactiva podrían alcanzar Uruguay por aire y por agua (río Paraná, río de la Plata). Entre las localidades uruguayas con ubicación crítica se encuentran Fray Bentos, Mercedes, Dolores, Carmelo y Colonia.

En la provincia de Córdoba los gobiernos nacional y provincial tomaron la decisión de extender la vida útil de la central nuclear de Embalse por 25 años violando, abiertamente, la ley provincial de Ambiente 7.343, el decreto provincial 2.131 sobre Evaluación de Impacto Ambiental y la ley Nacional de Ambiente 25.675, que prevé la realización de Audiencias Públicas. Esta decisión –pese a la oposición pública y los reclamos de FUNAM, iniciados en 2005- ignoró por completo a los ciudadanos de la provincia.

De sumarse la vida útil ya cumplida, el tiempo que aún queda de operación (2011-2012) y la extensión (25 años) se sobrepasa el medio siglo de funcionamiento. Esto aumentaría los riesgos de accidente del reactor, pese a la renovación de partes, pues funcionaría con muchos elementos antiguos e impactados. Crecería además el efecto negativo de sus descargas radiactivas al ambiente (rutinarias, accidentales), en particular sobre el lago de Embalse y el río Ctalamochita, pues se incrementaría la acumulación de radioisótopos de larga vida media. En caso de accidente nivel 7 debe recordarse que Embalse dista apenas 35 kilómetros de Río Tercero, 86 kilómetros de Alta Gracia, 110 kilómetros de Río Cuarto y 120 kilómetros de Córdoba, la segunda ciudad más poblada de Argentina.

Al noreste del país, la nación y el gobierno de Formosa pretenden instalar junto al río Paraguay un reactor CAREM de 150 MW. Se desconocen los estudios de impacto ambiental y no ha habido consultas públicas. Este reactor es experimental pues nunca antes se construyó en forma completa un CAREM 150. Solo hubo pruebas de la unidad crítica que violaron en su momento la legislación de la provincia de Río Negro (1997) y se está construyendo un prototipo, el CAREM 25, en Lima (Buenos Aires). En caso de accidente nivel 7 en la escala del INES podrían verse afectados el noreste de Argentina y Paraguay. Resulta llamativo que los gobiernos de la Argentina y Formosa sigan adelante con este proyecto experimental sin haber consultado previamente al gobierno de Paraguay y sin que se conozca la posición de los paraguayos. Una eventual pluma de contaminación que se extendiera por el río Paraguay podría afectar además las provincias de Chaco y Corrientes, e incluso otros lugares ubicados aguas abajo (después de la confluencia Paraguay-Paraná).

En plena democracia el gobierno de la Nación y algunos gobiernos provinciales vuelven a repetir la mecánica autoritaria de los gobiernos militares, principales impulsores del programa nuclear.

Argentina debe replantear su costoso programa nuclear en base a debates amplios e informados y consultas públicas, en particular porque la nación impulsa –unilateralmente- la consolidación del primer parque de reactores nucleares de América Latina en Lima (Buenos Aires) cuando Fukushima mostró, dramáticamente, lo peligroso que resulta concentrar en una misma localidad varios reactores nucleares ubicados –además- a distancia crítica de grandes centros poblados.

Urge suspender la extensión de la vida útil de la central nuclear de Embalse e investigar administrativa y judicialmente porqué se decidió dicha extensión sin respetar las leyes y sin audiencia pública. También debe suspenderse la construcción del reactor CAREM de Formosa, un proyecto que ignoró a los ciudadanos del nordeste de Argentina y al Paraguay.

Asimismo debe someterse a revisión externa la seguridad de todas las instalaciones nucleares, no solamente reactores (centros atómicos, planta de enriquecimiento de uranio, minas de uranio sin remediar, Dioxitek etc.), y encarar estudios ambientales y epidemiológicos independientes para conocer los impactos negativos que ya provocaron las actividades nucleares sobre los ecosistemas y la salud. Para ello será necesario convocar a universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil. En este contexto debe analizarse la viabilidad y seguridad de Atucha II y del CAREM 25. Finalmente, las actividades nucleares de Argentina no pueden seguir siendo fiscalizadas por un organismo como la Autoridad Regulatoria Nuclear, que ha mostrado vínculos profesionales, técnicos y políticos con la propia CNEA y NASA.

Nuestro país necesita Planes Ciudadanos para que las distintas comunidades puedan reaccionar adecuadamente ante accidentes nucleares. Es preciso revisar además los actuales simulacros para que incluyan el peor accidente posible (nivel 7 en la escala del INES).

Argentina debe desarrollar una Política Energética de Estado en base a la participación de los gobiernos, de los partidos políticos y de distintos actores no gubernamentales para generar un programa de largo plazo que no aísle la cuestión energética del ambiente, de la propia sociedad y del escenario mundial. En este enfoque las conductas de ahorro, las tecnologías sustentables y las fuentes blandas deben tener prioridad. No puede ser que las decisiones e inversiones en materia energética sean decididas en Argentina desde un ministerio nacional, grandes intereses corporativos y una total ausencia de consulta. Lo que debe quedar claro es que Argentina no debe fabricar la trampa en que ya cayó Francia, donde más del 80% de la energía eléctrica que se consume es de origen nuclear. Además de numerosas alternativas energéticas y fuentes blandas (eólicas, solares, fotovoltaicas, de biomasa residual, etc.) existe la estrategia del ahorro energético, insuficientemente desarrollada en nuestro país. Todas estas alternativas son más baratas y menos peligrosas que la nuclear, y no dejan residuos radiactivos que por su larga vida media comprometen la salud y el ambiente de futuras generaciones. No es razonable que reactores nucleares con vidas útiles de apenas 30 años generen grandes volúmenes de residuos que siguen siendo radiactivos durante 1.000 a 1.500 siglos.

Depender de una tecnología absurdamente cara y peligrosa en lugar de consolidar matrices energéticas variadas y más sustentables es suicida. Japón –víctima de ese suicidio- le acaba de asestar un golpe durísimo al mito nuclear, mito que nació del militarismo, la sospecha y la corrupción.

Si los ciudadanos e instituciones no logramos romper la tradición de hermetismo, secreto y autoritarismo con que se edificó el fastuoso programa nuclear de Argentina –que apenas provee del 5 al 6% de la energía eléctrica- entonces deberemos prepararnos para resistir sus impredecibles efectos colaterales. No olvidemos que un solo accidente nuclear grave puede hacer colapsar durante décadas y siglos una región entera. Fukushima está más cerca de lo que creemos.

Referencias

[1] INES, Escala Internacional de Eventos Nucleares. El grado 6 fue asignado por la Autoridad de Seguridad Nuclear de Francia (El País, Madrid, 15 de marzo de 2011).
[2] En Europa las instituciones nucleares tienen una posición muy crítica sobre los accidentes ocurridos en Japón. El Comisario europeo de Energía, Günther Öttinger calificó como "fuera de control" la situación en Fukushima (El País, Madrid, 16 de marzo de 2011).
[3] "CNEA: en Argentina no podría pasar lo que sucede en Japón". Noticia de la Agencia TELAM, 14 de marzo de 2011. La aseveración de G. Barceló es técnicamente incorrecta pues Argentina tiene zonas sísmicas.
[4] Estas fallas están siendo estudiadas por la Universidad Nacional de Río Cuarto. El geólogo Guillermo Sagripanti –a cargo de los estudios- expresó que la zona de Río Cuarto "es sísmicamente activa". Ver La Voz del Interior (Córdoba), 15 de marzo de 2011 y diario Puntal (Río Cuarto) 16 de marzo de 2011.
[5] Montenegro, R.A. 2007. "The nuclear programme of Argentina and the creation of nuclear-free zones for reducing risks of nuclear facilities". In: "Updating International Nuclear Law", Eds. H. Stockinger, J. Van Dyke, M. Geistlinger, S. K. Fussek y P. Marchart, Ed. NW Verlag, BMW Berliner Wissenschaftsverlag & Intersentia, Wien-Graz, pp. 259-284.
[6] El reactor nuclear Candú de Embalse tiene problemas que le son propios: 1) Mayor probabilidad de pérdida de agua pesada desde el circuito primario dada la complejidad de su tubería. 2) El reaprovisionamiento de combustible mientras continúa funcionando el reactor introduce factores adicionales de riesgo. 3) Las sucesivas fallas y roturas de los tubos de presión está relacionada con la misma aleación de Zirconio-Niobio utilizada en las tuberías de Chernobyl. 4) La combinación de uranio natural-agua pesada tiene serias implicancias en materia de seguridad. El coeficiente de reactividad es positivo, de allí que cualquier accidente que ocasione la pérdida de refrigerante pueda acarrear escape de energía. 5) El uso de agua pesada genera grandes cantidades de Tritio 3 radiactivo, y el uso generoso de Zirconio en el núcleo tiene como consecuencia un elevado potencial de reacción Zirconio-vapor de agua. 6) No está diseñado para soportar los peores accidentes que involucran extensas reacciones de Zirconio-vapor de agua, explosiones de hidrógeno y vapor de agua, y ruptura de las modalidades comunes de los ciclos de enfriamiento primarios y secundarios dentro de la contención.
[7] Según datos de la Autoridad Regulatoria Nuclear (1998) los valores de Tritio 3 en aguas del Embalse de Río Tercero, en Córdoba, son 32 a 520 veces más altos que los medidos en el río Paraná en inmediaciones de Atucha I. Las cifras de Tritio 3 en el agua potable que consumen los pobladores de Embalse, en tanto, son 34 a 367 veces más altas que las registradas en agua subterránea (potable) de pozos situados 5 kilómetros al sur de Atucha I (provincia de Buenos Aires). Ver [5].
[8] Cada material radiactivo tiene una vida media observada. Cuando se dice que el Iodo 131 tiene una vida media de 8,1 días implica lo siguiente: si tengo 100 gramos de Iodo 131 a los 8,1 días quedará la mitad, es decir 50 gramos; a los 16,2 días la mitad de la mitad, 25 gramos, y así sucesivamente.



*Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, profesor titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba. Presidente de la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) y Premio Nóbel Alternativo 2004 (RLA, Estocolmo, Suecia).

FUNAMFundación para la defensa del ambienteEnvironment Defense Foundation
Casilla de Correo 83Correo Central, (5000) Córdoba, Argentina.
FUNAM es una ONG fundada en 1982. Tiene status consultivo en ECOSOC (Naciones Unidas, Nueva York). FUNAM es Premio Global 500 de Naciones Unidas (1987).




jueves, 17 de marzo de 2011

ALIMENTOS CONTRA EL DOLOR


Eco Merlo
Villa de Merlo

ALIMENTOS CONTRA EL DOLOR
por Dr. Neal Barnard M.D.

Biológicamente hablando, el dolor no es un hecho localizado. Es una sucesión de reacciones que comienzan en el punto donde se lo­caliza la lesión. Cuando alguien nos pisa un pie, cuando nuestras ar­ticulaciones se irritan, o cuando nos sacude una migraña el área da­ñada envía una señal al cerebro a través del sistema nervioso. Sólo sentimos dolor cuando nuestro cerebro recibe e interpreta la señal. Si el área dañada o los nervios se inflaman, el daño y el dolor pueden in­tensificarse.

Podemos atajar el dolor en cualquiera de las cuatro conexiones principales de la cadena: la lesil1n inicial, la respuesta inflamatoria, el mensaje que se envía a través de los nervios en forma de dolor e in­cluso la percepción cerebral del dolor. En los siguientes capítulos aplicaremos cada una de esas estrategias, dependiendo del tipo de dolor que se padezca.

USAR ALIMENTOS CONTRA LAS LESIONES y LA IRRITACIÓN

El dolor, por supuesto, es una parte esencial de nuestra vida. Si no somos capaces de sentir una quemadura cuando tocamos una es­tufa caliente o la picadura de una abeja cuando nos rodea un enjam­bre, esa falta de estímulos podría convertir una pequeña lesión en algo mucho más grave. El dolor es una señal de peligro que hace que actuemos con rapidez. Pero cuando el dolor no remite, necesitamos encontrar una manera de atajarlo.

Para acabar con muchos tipos de dolor, tratamos de detener la lesión local. Si, por ejemplo, nos doliera el pecho, nuestra prioridad no sería impedir que los nervios transmitan el mensaje de dolor o impe­dir que el cerebro lo reciba. Nuestro objetivo sería evitar un ataque al corazón o, al menos, limitar en lo posible los daños. A veces es nece­sario recurrir a un tratamiento de emergencia. En la actualidad, los médicos disponen de muchos medios tecnológicos para disolver las embolias y las placas aglomeradas. Tal y como veremos en el capítulo 2, los cambios en la alimentación y en el modo de vida pueden, a lar­go plazo, competir con los medicamentos o con la cirugía para res­taurar la circulación y prevenir daños al corazón.

De igual modo sucede con las migrañas, el dolor de articulacio­nes, los cálculos renales, los dolores en el aparato digestivo y los her­pes, entre otros tipos de dolor. En cada caso, los cambios en la dieta o los complementos pueden ayudar a protegernos del asalto a los te­jidos. Los investigadores también han demostrado cómo la dieta afecta al cáncer, con el ánimo de reducir el riesgo de que reaparezca el dolor. Los alimentos no sólo pueden ayudar a prevenir estas lesio­nes, sino que también pueden ayudar a conformar tu respuesta cor­poral. Cuando te duelen las articulaciones, por ejemplo, el dolor, la rigidez e incluso los propios daños en las articulaciones están provo­cados por una respuesta inflamatoria desmesurada. Como veremos en el capítulo 5, hay una serie de componentes naturales que contro­lan la inflamación llamados prostaglandinas y sus respectivas sustan­cias químicas, todas ellas compuestas por rastros de grasa que se han almacenado dentro de las células. Algunas grasas avivan las llamas de la inflamación, mientras que otras las alivian. Por eso está en tu mano inclinar la balanza hacia un lado o hacia otro cada vez que eches co­mida en tu plato.

De igual modo, los traumatismos no son la causa de las migra­ñas ni tampoco los calambres menstruales. Por contra, los elemen­tos químicos de tu cuerpo que controlan la inflamación y el dolor necesitan equilibrarse. Como ya veremos, las hormonas sexuales tienen un importante papel en estos estados y posiblemente tam­bién en algunos tipos de artritis. Los alimentos ejercen una gran in­fluencia en la concentración de esas hormonas en la sangre y en su efectividad.

El objetivo en cada una de esas situaciones no es procurar que no afecte a la capacidad del cerebro para sentir dolor, sino en detener los efectos del propio daño.

Los ALIMENTOS y LA FUNCIÓN NERVIOSA

Independientemente de la irritación o de los daños que puedan presentarse en cualquier parte de nuestro cuerpo, no experimenta­mos ninguna sensación hasta que el mensaje de dolor llega al cerebro. El dolor se transmite a través de unas finas fibras nerviosas que con­ducen a la médula espinal, donde se conectan con otras células ner­viosas que llegan directamente al cerebro.

Algunos métodos para reducir el dolor se centran en los propios nervios. Un ejemplo de esto se observa en la diabetes. A veces estas personas que han padecido la enfermedad durante varios años sien­ten dolores en las piernas y en los pies. Esto se debe tanto a una reac­ción tóxica en los nervios producido por el aumento del azúcar en la sangre o a una mala circulación sanguínea en los finos vasos que nu­tren a los nervios.

En la mayoría de los pacientes, estos problemas nerviosos y la de­ficiente circulación empeoran con el tiempo. Sin embargo, recientes estudios demuestran que una combinación de ejercicio y alimenta­ción disminuye el azúcar en la sangre, mejora la circulación y, en mu­chos casos, alivia el dolor de forma rápida y decisiva.

De igual modo, se han tratado con éxito los síntomas nerviosos del síndrome del túnel carpiano con la vitamina B6, que probable­mente actúa tanto en el sistema nervioso como en el cerebro.
Las guindillas contienen una importante sustancia llamada cap­saicina, que es lo que le da su sabor característico. Pero lo que resul­ta verdaderamente importante es que, en una dosis adecuada, blo­quean la capacidad nerviosa de transmitir el dolor. Específicamente, reduce el efecto de una sustancia química llamada P, que es el men­sajero químico que permite transmitir el mensaje de dolor desde un nervio a otro. La capsaicina es el ingrediente activo que alivia el do­lor y se usa para la artritis, los herpes y en posmastectomía.

Por cierto, aunque los nervios que transmiten el dolor son muy fi­nos y más bien lentos a la hora de transmitir mensajes (son las carre­teras comarcales del sistema nervioso), los mensajes sensoriales de tacto y presión viajan en grandes nervios que transmiten los mensajes de manera mucho más rápida. Por esa razón, sabemos que nos hemos golpeado el dedo del pie o la rodilla una fracción de segundo antes de sentir dolor.

REFORZAR LA RESISTENCIA AL DOLOR

Nuestro cuerpo genera una serie de analgésicos naturales llama­dos encefalinas (que literalmente significa «en la cabeza») y endorfinas (como en «morfina endógena»). La encefalina se forman en las glán­dulas suprarrenales, unas pequeñas glándulas que se encuentran en la parte superior de los riñones. Las endorfinas se forman en la glándu­la pituitaria, en la base del cerebro. Ambas actúan, en efecto, como la morfina. Su principal radio de acción es el interior del cerebro y los propios nervios y también se trasladan a través del riego sanguíneo. Las alucinaciones que a veces se cuentan después de haber vivido una experiencia cercana a la muerte se han atribuido a las endorfinas y en­cefalinas que se liberan después de sufrir un trauma o un shock.

Para manipular esos analgésicos naturales acudimos al ejercicio físico. Tal y como veremos en el capítulo 16, los investigadores han demostrado la tolerancia al dolor en los atletas.

Una carrera de diez kilómetros estimula la liberación de endorfi­nas, lo que equivale aproximadamente a lO miligramos de morfina, siendo incluso posible aprovechar las endorfinas mucho antes de re­correr esa distancia.

El aminoácido triptófano se ha usado para reducir el dolor. Este aminoácido produce en el cerebro la serotonina, una sustancia quí­mica cerebral que influye en la intolerancia al dolor, en estados de ánimo y en el sueño. El triptófano se hizo muy popular en Estados Unidos hasta que apareció en algunos lotes un contaminante artificial y fue retirado del mercado. Sin embargo, los alimentos con un alto contenido en hidratos de carbono incrementan la concentración de triptófano en la sangre de forma segura y fiable, e igual sucede en el cerebro. Para algunas personas, los alimentos ricos en hidratos de carbono tienen un moderado efecto antidepresivo. También pueden inducir al sueño ya veces reducen el dolor.

Los analgésicos, el calor y los masajes se han usado durante mucho tiempo y resultan muy útiles para multitud de aplicaciones. La acupuntura, utilizada desde tiempos remotos en Asia, se ha sacudido el escepticismo inicial con el que fue recibida por la medicina occi­dental y ha demostrado su eficacia. La quiropráctica tuvo que soste­ner una dura batalla, pero de igual modo se ha establecido y repre­senta un papel importante en ciertos aspectos del tratamiento contra el dolor.

Los alimentos y la elección responsable de los complementos también nos aportan un nuevo método para detener las lesiones lo­cales de los tejidos, reducir los impulsos del dolor dentro de los ner­vios e incluso limitar la percepción cerebral del dolor. El recordatorio de este libro detalla la aplicación de esos principios en cada tipo es­pecífico de dolor.


Fragmento del libro “Alimentos que combaten el dolor”.
Autor: Dr. Neal Barnard M.D., fundador y presidente del PCRM (Physicians Committee for Responsible Medicine EUA). Editorial Paidós

Fuente revista Eco Merlo

martes, 15 de marzo de 2011

PELIGRO NUCLEAR MUNDIAL




Merlo Despierta
Villa de Merlo

A medida que pasan las horas la situación producida por el terremoto seguido de tsunami comienza a tratar de estabilizarse, tarea muy difícil de consolidar a tan pocos días de un desastre natural de gigante magnitud como el sucedido en Japón el viernes pasado. Los expertos hablan de fatalidad, y tal vez muchos se estén preguntando, es posible evitar que esto suceda? Está claro que el poder de la naturaleza no se puede controlar profundamente. Es obvio que este tipo de eventos naturales no se pueden evadir, lo que sí se puede hacer es evitar la exposición a peligros naturales lo máximo que podamos. La humanidad tendría que evitar establecer conglomerados habitacionales en lugares poco propicios, y abstenerse de realizar actividades de todo tipo que sean peligrosas.

Esta catástrofe natural está siendo potenciada enormemente por la actividad humana, una actividad errónea sobremanera, lo que queda más que demostrado con lo que está sucediendo en este preciso momento en Japón, donde se han producido varios problemas en varios generadores en varias centrales nucleares de Japón, la peor de todas, la de Fukushima acaba de ser evacuada abandonada, algo que significa lo peor, que no pueden hacer más nada y todo queda librado a los designios de no se sabe quien. Sería bueno que todos los charlatanes expertos en promover loas sobre la energía atómica solucionaran el problema. Pero parece que no podrán…

Este siniestro natural acompañado de los accidentes nucleares que se están repitiendo en varios flancos marca un símbolo más que determinante. Esto está sucediendo en el país más tecnológico del mundo, pero esa tecnología solo ha servido para filmar con los celulares la furia de la naturaleza, solo eso, no ha servido para otra cosa, lo que denota la poca previsión que ha tenido la industria nuclear y sus promotores. Si esto sucediera en algún país del mundo sin desarrollar las consecuencias serían peores aún, pues las centrales que funcionan por ejemplo en Argentina no podrían soportar ni un mínimo porcentaje de lo que las centrales niponas están soportando. Pero la paradoja es muy reveladora, ni el país más tecnológico del planeta puede afrontar el embate de cualquier manifestación extrema del poder de la naturaleza. Mientras tanto las personas siguen escuchando radio y mirando televisión, como si esto fuera una noticia más, nada más…

Que estarán pensando ahora los “científicos” que apoyan la energía atómica? Y los políticos funcionales? Y los dirigentes corruptos? Y las ONG que trabajan para el poder? Y los vecinos autoengañados? Seguramente muchos de ellos estarán diseñando algún argumento falaz para seguir engañando y confundiendo, como lo hicieron acá en nuestra región cuando hace un par de años alertamos sobre el tema del uranio, lo recuerdan?

Cuando sugerimos que se instrumentaran planes de reacción para evacuar a la población, como medida de prevención ante un accidente nuclear en la central de Embalse, aquí cerca, aún recuerdo la cara de un concejal profesor que se reía sobradoramente y decía que la energía nuclear era muy segura…, que no tenía sentido perder el tiempo en algo así…, ojalá el destino no permita que suceda algún accidente en la central atómica de Embalse de Río III.

EL Dr. Raúl Montenegro, ha publicado un comunicado que dice así:

“La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM) informó que la provincia de Córdoba "no está preparada para el peor accidente posible que pudiera tener la central nuclear de Embalse, esto es, un evento clasificado como 7 en la escala del INES” (1). Lo ocurrido en Chernobyl fue grado 7 y lo que sucede actualmente en Fukushima, Japón, es grado 4.

"La central de Embalse está localizada sobre una falla geológica y puede verse afectada por fuertes movimientos sísmicos. La provincia, de Oeste a Este, tiene tres franjas de actividad sísmica: 2 (moderada), 3 (reducida) y 4 (muy reducida). En cuanto al reactor nuclear y su depósito de combustible nuclear agotado, también altamente radiactivo, pueden sufrir el impacto accidental de un avión comercial de gran porte o ser blanco de acto terrorista", señaló FUNAM.

El Dr. Raúl Montenegro, presidente de FUNAM, indicó que el gobernador Juan Schiaretti "no respondió los planteos urgentes que le presentó FUNAM en noviembre del año pasado". Anticipó que podría haber "una nueva denuncia penal contra el gobernador y contra el Secretario de Ambiente Raúl Costa".

Montenegro calificó de "extremadamente grave" lo que ocurrió en la provincia "porque se decidió prolongar 25 años la vida útil de Embalse sin previo Estudio de Impacto Ambiental y sin Audiencia Pública. Cuando se trata de tecnologías que en caso de accidente o acto terrorista pueden hacer colapsar la salud de miles de personas y toda la economía de una provincia deben hacerse largos estudios previos, debatir los resultados con la comunidad y sus instituciones y sobre todo respetar la ley. Es la sociedad la que debe decidir, no funcionarios irresponsables". Aclaró que la provincia "dejó en manos de la nación todos los controles" y que la central "nunca informó adecuadamente sus fallas y accidentes" [ver abajo listado de accidentes de Embalse].

Agregó que el reactor de Embalse "ya ha sufrido numerosos incidentes y accidentes [ver abajo la lista de accidentes], la mayoría de los cuales fueron informados por FUNAM, y luego reconocidos por CNEA y NASA" (2). Recordó que los reactores Candú "tienen fallas inherentes a su diseño y que el riesgo es doble, por los materiales radiactivos contenidos en el corazón de la central, y por el combustible nuclear agotado, extremadamente peligroso, que se almacena en el mismo predio y en estructuras que no resistirían, por ejemplo, el impacto de grandes aviones comerciales. El combustible nuclear agotado acumulado hasta hoy en Embalse equivale a varios Chernobyl" (3).

El pasado 26 de noviembre de 2010 FUNAM conminó por nota al gobierno de Córdoba para que impida esa extensión de la vida útil de Embalse por 25 años, apruebe un Plan Ciudadano que permita a los habitantes de la provincia poder protegerse del peor accidente nuclear y se realicen simulacros en todas las ciudades de la provincia. "Hasta ahora los simulacros solo se hacen en un radio de 10 kilómetros alrededor de la central nuclear y para un accidente menor, no para el peor accidente posible", sostuvo el Dr. Raúl Montenegro.

FUNAM le había entregado al gobernador Juan Schiaretti un Plan Ciudadano ya elaborado y le fijó plazos para que ese plan u otro que el gobierno proponga "sea aprobado y la población no siga como hasta ahora, desinformada e indefensa".

"Lamentablemente", indicó Montenegro, "el gobernador ignoró los plazos y ni siquiera respondió nuestros planteos. A partir de ahora lo hacemos directamente responsable por las consecuencias que pudiera tener un accidente en la central nuclear de Embalse. No hizo que se monitorearan las actividades de la central, ni contribuyó a que la población esté preparada para enfrentar el peor accidente posible".

Al referirse a las repercusiones de lo sucedido en Japón, Montenegro sostuvo que "es la primera vez en toda la historia nuclear del ser humano que un país sufre graves colapsos en muchas centrales al mismo tiempo". Agregó que "los graves hechos de Fukushima, Tokai y Onagawa son una dramática luz roja. Si ocurrió en Japón, con sistemas sofisticados de prevención y una población preparada, es preferible no imaginar lo que ocurriría en Córdoba con Embalse tras un accidente grado 7, y un gobierno que mira hacia otro lado".

Consultado sobre el tiempo de acción de los residuos radiactivos descargados desde las centrales nucleares indicó que "los residuos radiactivos de alta actividad incluyen decenas de radioisótopos, muchos de ellos con vidas medias muy largas. En el caso del cesio 137, que tiene una vida media de 30,2 años, el riesgo puede estimarse multiplicando esa vida media por diez, es decir 3 siglos. El combustible agotado de las centrales nucleares es peligroso por más de 150.000 años". Agregó que "está científicamente demostrado que no hay ningún valor inofensivo de radiación ionizante. Los criterios Beir VIII lo han establecido con claridad (5). Incluso los niveles naturales de radiación implican riesgo. Por eso cualquier aumento artificial de ese fondo lo aumenta. Es lo que está sucediendo en este momento en Japón, sobre todo en los reactores 1 y 3 de Fukushima".

(1) Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, que va de 0 a 7.
(2) CNEA: Comisión Nacional de Energía Atómica.
(3) NASA: Nucleoeléctrica Argentina S.A.
(4) Candu: "Canada Deuterium uranium".
(5) Beir: Comité sobre los Efectos Biológicos de la Radiación Ionizante”.


ALGUNOS ACCIDENTES E INCIDENTES SUFRIDOS POR LA CENTRAL NUCLEAR DE EMBALSE.

30 de junio de 1983. La central nuclear de Embalse sufrió lo que se considera el peor accidente registrado por una instalación de este tipo en Argentina. Aunque no hubo descarga de material radiactivo el accidente delató fallas en el diseño, errores humanos y deficiencias en los manuales de operación. El accidente se mantuvo en secreto hasta 1987.

Agosto de 1987. Embalse descargó 790 kilogramos de agua pesada contaminada con materiales radiactivos al lago. Lo difundió FUNAM.

Diciembre de 1987. Pérdida de agua pesada contaminada radiactivamente. Embalse, Argentina (Ver: "Nucleonics Week", US, 17 de Diciembre de 1987).

21 de diciembre de 1987. Fallas técnicas en la central. Entre ellos problemas de válvulas (ver Nucleonics Week, 21/12/89; WISE 326/7, 9/2/1990)

30 de mayo de 1989. FUNAM denunció que a las 11:45 horas aproximadamente se abrió una válvula de seguridad que descargó gran cantidad de vapor (en principio sin carga radiactiva). El ruido alarmó a los habitantes de la zona.

12 de diciembre de 1995. Pérdida de agua pesada contaminada con materiales radiactivos. Se descargó al lago de Embalse. Fue un incidente grado 2 en la escala del INES. Lo difundió FUNAM.

18 de diciembre de 1995. Incidente grado 2 en la escala de INES. Daños en tubos de presión (ver: www.ecology.at/nni/site.php).

29 de junio al 7 de julio de 1996. La central sufrió una grave contaminación con tritio 3 radiactivo. Hubo dispersión en el interior de la planta, se descargaron más de 300 metros cúbicos de agua contaminada con tritio 3 al lago de Embalse y se contaminó el servicio interno de agua potable. Nunca se conocerá con precisión la dosis que recibieron algunos operarios. La reparación recién comenzó 22 días después de aparecida la falla. Aunque se mantuvo en secreto, FUNAM obtuvo los datos e hizo conocer el grave suceso a la opinión pública. Estos son, sin embargo, apenas dos ejemplos de una larga lista de incidentes graves que tuvo y sigue teniendo la central, y que nunca se informaron debidamente a la población. Una y otra vez la gente conoció lo que allí sucedía gracias a la infidencia de personal del reactor e informes de organizaciones ambientalistas.

23 de junio de 1999. FUNAM difunde datos de la propia CNEA que muestran altos valores del material radiactivo tritio 3 en las aguas del embalse de Río Tercero y agua potable que reciben los pobladores. Los reactores Candu son grandes productores de tritio 3. Los valores de tritio 3 en las aguas del Embalse eran 32 a 520 veces más altos que los del río Paraná en Buenos Aires. Los del agua potable, en tanto, 34 a 367 más altos que los encontrados por CNEA en agua subterránea a 5 km de Atucha I.

13 de octubre de 2003. FUNAM solicitó se investigue la fuga de agua pesada desde la central nuclear de Embalse. La central "habría tenido problemas con uno de sus generadores de vapor". La central nuclear había sido detenida una semana antes.

8 de junio de 2005. Pérdida de agua pesada contaminada con materiales radiactivos. Se descargó al lago de Embalse. Lo difundió FUNAM [la lista continúa].


Como verán los datos son aterradores, más aún teniendo en cuenta que Montenegro habla de los accidentes nucleares en Fukushima como de grado 4, cuando las últimas informaciones y los expertos de Francia, ya lo dan como grado 6. Además ya se está hablando de que puede empeorar si se siguen sumando otros reactores que colapsen, tanto en Fukushima, donde ya son los seis reactores de la central lo que están con problemas, como también puede suceder en otras centrales.

No habrá llegado la hora de frenar el desarrollo del plan nuclear nacional?
No habrá llegado la hora de exigir seguridad?
No habrá llegado la hora de darse cuenta quienes mientes y quienes dicen la verdad?
No habrá llegado la hora de desarrollar las energías limpias y renovables?
No habrá llegado la hora de pensar en nuestras hijas e hijos, nietas y nietos, familiares, seres queridos, amigos y todos?

También vale recordar las declaraciones falaces emitidas hace un tiempo por un biólogo ignorante o embustero, que defendía la energía atómica diciendo que era la salvación para la humanidad, pero siempre la realidad muestra la verdad.

El investigador Javier Rodríguez Pardo comentó sobre el tema:

NO PUEDEN OCULTAR LA CATÁSTROFE NUCLEAR EN JAPÓN

“No es necesario el derretimiento de los reactores para emitir radiación al exterior. Las explosiones de las plantas nucleares de Fukushima están liberando volúmenes inmensos de radiación. El descontrol es absoluto. No hay nadie que pueda acercarse al núcleo del reactor que había sido inundado con agua de mar para frenar su recalentamiento y fusión, último recurso. El gobierno de Japón titubea reconocer que parte de un reactor se ha derretido como ocurrió en Pensilvania en 1979 con el reactor de Three Mile Island. El ocultamiento de la gravedad y la desinformación recorre el mundo. Hace minutos, un técnico de seguridad nuclear argentino, de la CNEA, reporteado por un canal de Buenos Aires, minimizó el impacto de los reactores japoneses y dijo sin inmutarse que en Chernobyl murieron solamente 35 personas, cuando murieron miles trabajadores, bomberos y liquidadores, así llamados a los soldados soviéticos enviados a envolver el reactor fundido, y gran parte de la población evacuada transportaba la radiación que más tarde les provocaría la muerte. El hospital Garraham de Buenos Aires, fue uno de los tantos nosocomios que recibieron a niños de Ucrania con deformaciones y cáncer de tiroides, nacidos después del derretimiento del reactor de Chernobyl. Reina la hipocresía.

El desastre nuclear de Japón, en las centrales de Fukushima, seguramente reflotará la discusión internacional sobre la energía nucleoeléctrica, pero no evitará la indignación que producen informadores falaces, interesados, digitados por los señores del átomo, dedicados a cubrir el mundo de noticias adulteradas, mientras seres aterrados, azorados, deambulaban con la ridiculez de un barbijo insuficiente, la mirada perdida, resignados.

Las imágenes del reactor humeante aún no ha sido explicadas y menos sus efectos. El técnico nuclear oriental no se diferencia al de occidente. Ambos minimizan los eventos trágicos de la actividad nuclear, ocultan la gravedad del siniestro, niegan el impacto radiactivo, tal vez con el pretexto de aquel hallazgo de la segunda guerra mundial, el invento letal que nació como secreto de estado, creando artefactos de destrucción masiva y atemorizando al otro con armas de última generación.

El sentido del deber, del honor, del compromiso juramentado, conceptos rigurosamente éticos y solidarios del pueblo japonés son marcadamente opuestos a los que rigen la cultura occidental. Lamentablemente, en las cuestiones relacionadas con la fisión nuclear y la producción núcleoeléctrica, las diferencias entre ambas culturas son escasas o nulas. Las autoridades japonesas que regulan y dirigen esa industria manejan iguales códigos de ética y grados de corrupción que sus pares del otro hemisferio.

El volumen de los accidentes nucleares japoneses y la manera de engañar al pueblo con falsedades había producido un creciente malestar en la década del 90, con manifestantes y grupos de ambientalistas en las calles, por consiguiente el gobierno decidió realizar entonces una campaña para cambiar la imagen impopular de sus plantas nucleares. Crearon un dibujo al que llamaron Pluto Boy; el monigote televisivo anunciaba que “el plutonio es lo suficientemente seguro como para beberlo” y abundaba en otras consideraciones de igual o peor laya, con el lema“tan seguro como el agua”. El escándalo internacional que esto produjo, las denuncias de los organismos internacionales que manejan el poder nuclear, departamentos de estado e instituciones de energía de países del primer mundo, no pudieron impedir que el muñeco animado apareciera diariamente en los televisores japoneses para calmar a una población movilizada, a pesar de que algunos funcionarios del organismo mundial rector en la energía nuclear (Agencia Internacional para la Energía Atómica -AIEA) viajaran expresamente hasta Tokio para exigir el cese de la campaña del patético Pluto Boy.

Es probable que el colapso de las plantas nucleares de Fukushima, luego del terremoto y del Tsunami, sean las de mayor gravedad después de la fusión del reactor de Chernobyl, pero para sus autoridades tal preocupación no existía hasta ayer cuando afirmaban que” la radiación emitida es fácilmente asimilable por el cuerpo y sin riesgos mayores”.

Hay que tener coraje para admitir semejante aseveración mientras las agencias de noticias y filmaciones del país damnificado, hacían referencia a trabajadores heridos y contaminados, primero tres, enseguida quince y más tarde el silencio. Tan pronto había cien mil desaparecidos por el devastador terremoto como poco después las cifras bajaron a diez mil, como si alguien hubiera borrado por error un cero.

El humo del reactor de Fukushima asciende después de una fuerte explosión que recorrió los ojos del mundo pero para los funcionarios atómicos se trataba de vapor que deliberadamente habían liberado para mitigar la alta presión y reducir los cientos de miles de grados centígrados de temperatura de la fisión nuclear, la cobertura de la planta había perdido parte del techo y uno de los muros, decenas de personas comenzaban a ser evacuadas, y enseguida fueron miles los desplazados, pero seguíamos ignorando qué produjo la explosión y su impacto real. Muy pronto sumaban cinco los reactores en peligro de fusionarse, pero la decisión de cerrarlos, “fue por precaución” (se dijo), aunque los bomberos, la policía y los trabajadores, operaban a distancia y cada vez eran más las personas irradiadas.

Horas después le tocaba ser noticia al reactor número tres del complejo nuclear de Fukushima Daiichi debido a una explosión de hidrógeno, menguada por el portavoz del gobierno con el consabido “no se ha dañado el reactor”, pero “es posible que se haya producido una fuga radiactiva,” se animó a admitir. La estupidez del especialista que acierta decir que no quedó afectado el reactor (cosa que asegura) y al mismo tiempo duda de la emisión radiactiva, tarea mucho más fácil de comprobar, con solo acercar un medidor de radiación. Mentir y ocultar es la característica que rige el ámbito de la energía atómica. No escuchamos a medio alguno, ni a funcionario del gobierno japonés, mencionar el estado de los tambores con residuos radiactivos, contiguos a las plantas colapsadas.

En la estadística nuclear japonesa tenemos registrado el incidente del sismo de 2007 cuando la central de Kashiwazaki-Kariwa, con siete reactores, quedó fuera de servicio “momentáneamente por precaución”, según insistían los funcionarios que ocultaban una fuga radiactiva; la planta tardó cuatro años en volver a funcionar. Cerrada por precaución y tardaron cuatro años en rehabilitarla. Japón tuvo en 1999 un siniestro nuclear grado 5 , en la instalación de Tokaimura, a solo 140 kilómetros de Tokio. No hubo terremoto ni tsunami, pero si errores técnicos y operativos manipulando uranio en contacto con ácido nítrico que provocaron una reacción nuclear incontrolada. Los elementos radiactivos impactaron en 30 operarios que recibieron dosis quince mil veces superiores a las admisibles pero sus efectos se propagaron al exterior obligando a evacuar a 300.000 habitantes en un radio de diez kilómetros. La investigación probó que no existía la tecnología adecuada y se canceló el servicio de la empresa que operaba la planta de reprocesado. En esas mismas instalaciones hubo graves accidentes en 1995 y 1997, pero la lista incluye muchos otros como el de Tsuruga en 1995 donde se irradiaron más de 250 personas mientras se reparaba la central. A partir de ese año, hay un calendario negro de accidentes e incidentes de plantas nucleares japonesas emitiendo fugas radiactivas y, curiosamente, se produjeron muchas de ellas sin la participación de los recurrentes terremotos que padece la isla.

A partir de la crisis del petróleo en los años setenta, Japón decidió desarrollar la energía nuclear. Al depender también del uranio, Japón recurre al reprocesamiento para recuperar el plutonio y el uranio quemado de sus reactores. Sus barcos desfilan transportando los residuos radiactivos de fisión para que Francia o Inglaterra se los devuelvan convertidos en nuevo combustible para sus reactores. El transporte de estos elementos radiactivos significa un cuadro sumamente crítico de una actividad que pone en peligro al resto de la humanidad y hace que numerosos movimientos sociales y ecologistas se movilicen intentando bloquear los envíos. Lo que en realidad hace Japón es sembrar la isla de bombas atómicas, expuestas a ser detonadas por algún Tsunami o por la mano desprevenida de algún técnico que omitió vigilar alguna válvula, porque con la energía nuclear no existe umbral seguro. La radiación es sutil, acumulativa, cancerígena y altera las células de información genética, produce mutaciones y, en este marco, los barones nucleares instalaron un gran patíbulo alrededor del mundo sembrándolo de cilindros y bóvedas radiactivas que al caducar su vida útil se convierten en sepulcros de desechos nucleares, en el mejor de los casos, ya que los reactores fueron previamente desarmados pero la radiación continuará por milenios en los residuos radiactivos almacenados.”


- Las últimas noticias dan cuenta que las acciones de las compañías mineras de uranio bajan estrepitosamente y ya se habla quiebras.
- También mencionan que la Unión Europea está reunida de urgencia para tratar el tema nuclear y ya se está hablando del cierre de varias centrales atómicas.
- Alemania acaba de confirmar el cierre de 7 centrales, informó hoy en Berlín la canciller Angela Merkel.
- Muchos países se replantean el reciente resurgimiento de la energía nuclear.
- En España, Ecologistas en Acción reclamó este martes el cierre de la central nuclear española de Garoña (norte), la más antigua del país, del mismo tipo que la central japonesa de Fukushima.

Que determinación tomará Argentina?

Así como ahora no pueden ocultar la catástrofe nuclear en Japón, tampoco pueden esconder el peligro que encierran las centrales nucleares de Argentina y el peligro que genera la energía atómica. Por más títulos que tengan y exhiban para fundamentar sus dichos, la realidad ha desenmascarado a los cipayos del poder.

NO A LA ENERGÍA NUCLEAR!!!

SI A LA VIDA!!!




fuentes: FUNAM, RENACE, EcoMerlo.
foto: Reuters

viernes, 11 de marzo de 2011

El Cambio Climático, es solo un mito?

EcoMerlo
Japón

La imagen satelital difundida por la National Oceanic and Atmospheric Administration muestra con detalle el epicentro del sismo y su impacto en otras regiones.

Según la agencia AFP Las primeras olas del tsunami provocado por un fuerte sismo de 8.9 grados Richter en Japón, llegaron a la costa de Ensenada, en el noroeste mexicano, con una altura de medio metro que podría crecer hasta los dos metros.

"Ya ha llegado a Ensenada. Hemos registrado una subida muy suave del nivel del mar, de medio metro. Pero posiblemente las olas lleguen a alcanzar el metro de altura o dos", explicó Modesto Ortiz, investigador titular del centro, cuya información ha sido utilizada por el gobierno federal para los monitoreos del tsunami. El gobierno de México, primer país de la región al que llegan las olas del maremoto, ha decretado la alerta en sus costas del Pacífico pero ha matizado que el fenómeno representa un "peligro moderado".

Una alerta de tsunami fue extendida a toda la cuenca del Pacífico, excepto al territorio continental de los Estados Unidos y Canadá, luego del terremoto, dijo hoy el servicio nacional de clima Centro de Advertencias de Tsunami del Pacífico (NOAA). El alerta incluye a México y países de Centroamérica y Sudamérica en el Pacífico.

Según últimas noticias la isla de Pascua está siendo evacuada y Chile lanzó una alarma preventiva de tsunami sobre toda su costa tras el terremoto de 8,9 grados que azotó a Japón, e hizo un llamado a la calma a la población que hace un año vivió un evento similar, informó el ministerio del Interior.

El catastrófico terremoto y tsunami en Japón, es otra señal de que el cambio climático no es una película de ciencia ficción.

A todo esto hay que sumarle el peligro nuclear que se ha producido en la planta atómica Fukushima, donde sigue aumentando la temperatura del reactor y no la pueden bajar, lo que podría derivar en una fusión del núcleo del reactor y es posible que suceda un nuevo Chernobyl.

También expertos japoneses citados por la Sociedad para la Seguridad de reactores de Colonia (GRS), un "think-tank" atómico en Alemania, señalaron además que la batería podría agotarse en cuestión de horas. Según informaciones del canal NHK, la presión aumentó en uno de los reactores y los responsables analizan la posibilidad de sacar "un poco" de aire, lo que según un experto, se trataría de un "proceso habitual". Como medida de precaución, el gobierno ordenó evacuar a unas 2.000 residentes en las cercanías de la planta y decretó una alerta atómica. En tanto, las cuatro centrales nucleares japonesas más cercanas a la región del noreste golpeada por un violento terremoto se encuentran "apagadas y en seguridad", anunció desde Viena la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).


Te has preguntado que cosas estás haciendo para enfrentar el cambio climático?

Te has preguntado que tan seguras son las centrales atómicas de nuestro país?


miércoles, 9 de marzo de 2011

EL LARGO VIAJE DE LA MARIPOSA

EcoMerlo
Villa de Merlo


EL LARGO VIAJE DE LA MARIPOSA
Por Antonio Elio Brailovsky

Uno de los fenómenos más sorprendentes de la naturaleza es el de las aves migratorias. Todos los años, al llegar los primeros fríos, se agrupan, juntan los pichones que han nacido esa temporada y levantan vuelo. Las hemos visto a menudo cruzando los campos en un vuelo regular. La bandada tiene siempre la misma forma, que varía un poco según las especies: una enorme "V", con los guías al frente, los más fuertes a los lados, para proteger a los más débiles, que van al medio.

No van a cualquier parte: todos los años siguen el mismo camino. ¿Cómo se orientan a través del océano? ¿Cómo saben encontrar un tejado o un árbol, a miles de kilómetros de distancia? Es conocido el caso de las cigüeñas, que vuelven todos los años a anidar en el mismo país, en la misma provincia, en la misma ciudad y en el mismo techo.

Durante siglos fueron la admiración de los marinos. En sus largas exploraciones, los descubridores portugueses las seguían en el océano, para tratar de encontrar las islas. Así fue que ocuparon el archipiélago de Sao Tomé, en el Golfo de Guinea, su base estratégica del comercio esclavista durante siglos. Las aves migratorias parecían saber orientarse por el sol y las estrellas, desde mucho antes que lo hicieran los fenicios. Pero además, también volaban en días nublados.

¿Tal vez se orientaran por los vientos?

Pero en distintas condiciones climáticas, se volvían a ver esas bandadas en forma de "V'.

Quizá recordaran su camino dijeron otros. Pero hay años en que las tierrasestán resecas y años en que están inundadas, sin que eso parezca afectarlas. También el hombre cambia de­masiado los paisajes. Las selvas se convierten en campos de cultivo, los campos a menudo en desiertos, y las bandadas siguen reconociendo su cami­no.

Un día, a un científico se le ocurrió una hipótesis absurda: —Tienen una brújula—, dijo.

Y para comprobarlo, capturó unas cuantas aves migratorias, les ató unos imanes y las soltó. Los pobres pájaros no pudieron encontrar su ruta. Así se comprobó que, además del sol y los vientos, la memoria y las estrellas, las aves migratorias también se orientan por el magnetismo terrestre. Millones de año antes que Colón, la primera bandada de pájaros cruzó el océano, orientándose con una brújula natural, un sentido interno que les permite percibir la diferencia entre el norte y el sur.

Y cuando todavía nos cuesta creer en esta maravilla de las aves migratorias, encontramos otra historia aún más incre­íble, que es la de las mariposas migratorias. Hace apenas unas pocas décadas, la ciencia descubrió que una mariposa amarilla -—parecida a las que vemos en nuestros jardines— hace un increíble viaje desde Canadá hasta México. La mariposa se llama monarca y el viaje inverosímil que realiza justifica un nombre tan sonoro. Estas mariposas eran conocidas desde hace tiempo por los campesinos mexi­canos, quienes sabían de sus hábitos migratorios. Los científicos tardaron tanto tiempo en descubrirlas porque en la ciencia también existen los prejuicios: nadie creía que su existencia fuese posible. Inclusive, es probable que al­guien haya tenido pruebas de su existen­cia y simplemente no haya creído en ellas, hasta que la realidad se impuso.

La migración de las monarca es estacional, al igual que la de los pájaros. Vuelan en grandes bandadas y, como los pájaros, tienen un vuelo distinto cuando andan revoloteando por ahí, que cuando emprenden el camino, a gran altura, en línea recta y a velocidad constante. Es decir, que su técnica de vuelo es tan compleja como la de las aves.

¿Cómo es que un insecto tan diminuto encontró una solución adaptativa tan compleja? ¿Acaso la monarca desciende de otras mariposas que hacían migraciones más breves y fue aprendiendo a volar lejos en incontables generaciones? ¿O incidieron fenómenos de otra índole, quizás las grandes glaciaciones que afectaron a nuestro planeta? Pero ade­más, ¿es ésta la única mariposa migrato­ria, o hay otros insectos que atraviesan continentes sin que los sepamos?

La mayor parte de estos interrogantes no tienen aún una respuesta que vaya más allá del nivel de las hipótesis. Las monarca están siendo estudiadas, y si sobreviven, podremos aprender mucho sobre ellas y sobre el complejo fenómeno que es la vida sobre la Tierra. Porque las monarca están en peligro de extinción por la progresiva destrucción de sus hábitats. Después del largo viaje, su parada son unos pocos lugares boscosos en México y en el sur de los Estados Unidos. Estos sitios van siendo sitiados por el avance del hacha y la motosierra. Cada árbol que cae es un habitat menos y no puede esperarse que las mariposas (cuyos hábitos están indisolublemente marcados por el instinto) aprendan a elegir otro destino.

Siguen yendo al mismo lugar que sus antecesores, sólo que el avance de los cultivos ha ido raleando esos bosques cada vez más. Así, se las ve arracimarse en los árboles sobrevivientes, tan juntas que el observador pensaría que el árbol tiene ya las hojas amarillas. Pero no, aún es verano y son miles y miles de mariposas de ese color, apretadas unas junto a otras. En esa situación, son fácil presa de los animales insectívoros, que acuden en gran cantidad a alimentarse de ellas.

En los últimos años, México y los Estados Unidos han declarado áreas de reserva natural a algunos puntos de arribo de estas mariposas, pero nadie sabe si son suficientes como para permitir la supervivencia de la especie. Si consi­deramos que vale la pena hacer el esfuerzo de salvar un prodigio que todavía no somos capaces de entender, se requiere una acción internacional y coordinada en ese sentido. Quizás sea necesario descubrir otros hábitats que merezcan ser preservados, antes que las hachas y los insecticidas lleguen hasta ellos. En esta situación, no se podrá contar con los propietarios de los cam­pos, quienes preferirán fumigar las ma­riposas, antes que ver a parte de sus campos convertidos en parque nacional.

Las monarca de Argentina también migran y lo hacen con trayectos del orden de los mil kilómetros. No son una especie protegida y todo indica que serán una víctima más de las fumigaciones para cultivar soja.

Ante este caso, como ante otros tantos, nos volvemos a formular la misma pregunta: ¿seremos capaces de conservar la enorme diversidad de lo viviente? ¿O destruiremos el mundo natural, aun antes de conocerlo?