Reserva arqueológica de “COMECHINGONES” en peligro

EcoMerlo
Villa de Merlo, San Luis, Argentina
27/04/2009

En el día de la fecha por la tarde, se generó una multitudinaria reacción de los habitantes de la turística localidad puntana en defensa de una reserva ambiental, histórica y arqueológica de los aborígenes Comechingones, ante la posibilidad de que allí se desarrolle un emprendimiento inmobiliario que destruiría por completo la mencionada reserva.

Dicha área, ubicada en Piedra Blanca, además de ser un importante pulmón, ya que en la misma se encuentra un hermoso bosque nativo con árboles centenarios, posee en su interior las ruinas de un viejo molino harinero, la propiedad donde el poeta Leopoldo Lugones solía tomar sus vacaciones y la casa donde nació el poeta Esteban Agüero.

Pero sin lugar a dudas lo más significativo que allí se encuentra, es una importante reserva arqueológica de aborígenes Comechingones, etnia originaria de la zona. Entre los tesoros que posee este lugar, se destaca una piedra de gran porte que era un altar ceremonial, hoy visitada por gran cantidad de turistas y donde se recrean rituales de los pueblos originarios, además, en los alrededores se han encontrado valiosas piezas de alfarería, conanas (morteros) de piedra, puntas de flechas y hasta enterramientos humanos, lo que le da a dicha reserva un valor incalculable.


Gran cantidad de vecinos y ONGs locales, entre ellas la Biblioteca popular Lugones, la agrupación EcoMerlo.org.ar y Merlo Despierta, se apersonaron en el predio de la reserva para expresar un rotundo rechazo a una propuesta que miembros del Honorable Concejo Deliberante intentaban explicar en nombre de la empresa titular del supuesto loteo. Todo fue registrado por medios de prensa locales.

Pese a existir una ordenanza que declara al predio de Utilidad Pública como "Zona Reserva Natural Municipal" y sujeto a expropiación, los ediles tuvieron la intención de hacer conocer una propuesta de la empresa dedicada a negocios inmobiliarios, en la cual esta sociedad comercial ofrecía donar 9 lotes a cambio de que se les permitiera avanzar con el loteo de 4 hectáreas que destruiría por completo la reserva en cuestión.

El rechazo de la sociedad fue contundente y entre discursos acalorados, aplausos, vivas y al grito “la reserva NO se entrega”, se exigió continuar con el trámite de expropiación.