Villa de Merlo
Los días 27 y 28 de enero en el Centro de Biocultura “pirka 3 ventanas” se realizó una actividad de introspección y desarrollo intuitivo basado en técnicas de meditación integral y sonidos a cargo del Lic. Miguel Grinberg. El conocido profesional visitó Villa de Merlo en la provincia de San Luis para dictar Holodinamia, un sistema creado y animado por él mismo. Un acontecimiento de jerarquía y prestigio internacional pasó con gran éxito por la serrana localidad puntana.
Guiado por el monje trapense Thomas Merton e iniciado en la dinámica introspectiva tibetana, Miguel Grinberg ha sentado las bases de la Ecología Espiritual en una amplia obra como escritor, educador y maestro de meditación. Sus libros más recientes son Desarrollo Intuitivo (Mutantia), Celebración de la vida Intensa (Longseller/Deva's) y Somos la gente que estábamos esperando (Kier). Asimismo, la editorial Campo de Ideas (Madrid) ha publicado sus estudios: Edgar Morin y el Pensamiento Complejo y Ken Wilber y la Psicología Integral. El pasado 1º de mayo de 2006 formó parte del panel profesional que debatió con el Dalai Lama en Buenos Aires el nexo entre "Salud y Espiritualidad.
Su paso por Villa de Merlo dejo una profunda huella en lo vivenciado por quienes participaron de las actividades realizadas en “pirka 3 ventanas”. En dos jornadas muy intensivas de 3 hs. cada una se explicaron y practicaron técnicas meditativas del 1er. nivel del curso de Holodinamia.
El Lic. Miguel Grinberg adelantó la noticia de su vuelta al Centro de Biocultura de la turística localidad enclavada en las Sierras de los Comechingones, para los primeros días del mes de abril. El 7 de abril dará una conferencia gratuita para hablar de “El Mundo que Viene” y para transmitir su reveladora y optimista postura sobre el futuro, pues según dijo: “Somos la Gente que Estábamos Esperando”, refiriéndose al nexo que existe entre la espiritualidad y una cultura solidaria cuyos pilares están hoy construyendo pioneros planetarios en múltiples latitudes.
Agregó ademas: “Lejos de la protesta ambiental inocua, su visión traza las coordenadas de la llamada Eco-Civilización, invitándonos a replantear la normalidad vigente, reemplazando nuestro modo egoico por una expresiva conciencia de evolución”.
“La Ecología Espiritual es una herramienta para indagar intensamente los potenciales latentes de la persona, en armonía con su vocación natural de paz y el papel que puede desempeñar en el marco de una sociedad donde las calamidades que conocemos no predominen destructivamente. Surge con nitidez en este momento, la clara percepción de que sin un expansivo desarrollo metafísico, no podrán resolverse los grandes problemas del mundo material”.
Sin lugar a dudas se trata de una propuesta de alto sentido humano, que marca una tendencia hacia la espiritualidad, en la búsqueda de una humanidad más ética, más respetuosa y más solidaria.
Alguien que participó, envió este relato:
“El día era hermoso, suaves nubes pintaban el cielo de alegría y esperanza, la montaña estaba brillante de verde y naturaleza, el valle despegaba la mente de lo cotidiano, el lugar estaba preparado para un acontecimiento muy esperado. Miguel Grinberg desgranaba recuerdos del presente entre anécdotas imperdibles y pinceladas de optimismo, como un poema cósmico fluyendo desde lo más profundo de la satisfacción.
La propuesta eran dos jornadas intensivas de introspección para buscar adentro de cada uno, una propuesta mundana para buscadores del sendero interior, para buscadores de una nueva humanidad, para buscadores de la verdad.
Los pájaros cantaban sus melodías de luz y la vista se desparramaba entre la vegetación, mientras seres hermanos iban llegando atraídos por un impulso de exploración interior. Caminando hasta el SUM del Centro de Biocultura “pirka 3 ventanas”, mirando un paisaje esplendoroso y sintiendo la vida con todo el entusiasmo de quienes estaban allí.
Una música reveladora, activante y movilizadora envolvía el aire, la guía del Maestro de Meditación Holodinámica y las mentes dispuestas a navegar sin titubeos, enmarcaron la actividad reveladora.
No fue tarea fácil, fue contundente. Inspiradora, estimulante, alentadora, vivificante y concluyente.
Imposible describir con palabras lo que pasó en cada uno de los participantes, el esplendor de las vivencias y la repercusión interna que cada uno tuvo, pero las miradas que se cruzaban con descomunal ternura, marcaron con singular importancia, la oportunidad vivida.
En un circulo de poder, tomados de las manos y percibiendo el fluir de la energía, se cerró el ciclo de ejercicios definitorios para seguir avanzando hacia el desarrollo intuitivo. En nombre de todos, muchas gracias al Centro de Biocultura que hizo posible esta actividad y un agradecimiento muy especial a Miguel Grinberg!”
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