Merlo Despierta
Villa de Merlo
En los últimos tiempos internet está repleta de artículos, estudios y noticias sobre BULLYING, pero lamentablemente muchas personas no saben de que se trata…
Aquí en Villa de Merlo la situación está que arde, las escuelas están desbordadas con el tema y no saben que hacer, las más avanzadas ya están trabajando en esto, pero otras, la mayoría, lo ignoran, ocultan y niegan…
Los damnificados se preguntan si se trata de ignorancia, mediocridad o inoperancia, pero sea lo que sea hay que terminar con un flagelo tan peligroso que puede producir secuelas psicológicas de por vida y hasta puede terminar en suicidio u homicidio, como tantos casos que a diario se conocen en nuestro país y en el mundo.
En Villa de Merlo los hechos y la preocupación sobre el tema, han generado que un grupo de padres, docentes, psicologos y abogados estén trabajando en la fundación de una ONG que trabaje sobre la problemática, y que tendrá por nombre: BULLYING CERO MERLO.
Causas
Villa de Merlo
En los últimos tiempos internet está repleta de artículos, estudios y noticias sobre BULLYING, pero lamentablemente muchas personas no saben de que se trata…
Aquí en Villa de Merlo la situación está que arde, las escuelas están desbordadas con el tema y no saben que hacer, las más avanzadas ya están trabajando en esto, pero otras, la mayoría, lo ignoran, ocultan y niegan…
Los damnificados se preguntan si se trata de ignorancia, mediocridad o inoperancia, pero sea lo que sea hay que terminar con un flagelo tan peligroso que puede producir secuelas psicológicas de por vida y hasta puede terminar en suicidio u homicidio, como tantos casos que a diario se conocen en nuestro país y en el mundo.
En Villa de Merlo los hechos y la preocupación sobre el tema, han generado que un grupo de padres, docentes, psicologos y abogados estén trabajando en la fundación de una ONG que trabaje sobre la problemática, y que tendrá por nombre: BULLYING CERO MERLO.
Tal vez
algún hijo, familiar, amigo, vecino, conocido o desconocido lo esté sufriendo y
no lo sepa ni él ni su familia, por eso Merlo Despierta informa sobre el tema.
Qué es el BULLYING?
El acoso escolar (también conocido como hostigamiento
escolar, matonaje escolar, matoneo escolar o
por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico,
verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo
largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia
dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula
y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso
escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-14
años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de
víctimas.
El acoso escolar es una forma
característica y extrema de violencia escolar.
El acoso escolar es una especie de tortura,
metódica y sistemática, en la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el
silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.1
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio u homicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin limitación de edad.
Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio u homicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin limitación de edad.
Objetivos
y evolución de los casos de acoso escolar
El objetivo de la práctica del acoso escolar es
intimidar, apocar, reducir, someter, aplanar, amedrentar y consumir, emocional
e intelectualmente, a la víctima, con vistas a obtener algún resultado
favorable para quienes acosan o satisfacer una necesidad imperiosa de dominar,
someter, agredir, y destruir a los demás que pueden presentar los acosadores
como un patrón predominante de relación social con los demás.
En ocasiones, el niño que desarrolla conductas de
hostigamiento hacia otros busca, mediante el método de «ensayo-error», obtener
el reconocimiento y la atención de los demás, de los que carece, llegando a
aprender un modelo de relación basado en la exclusión y el menosprecio de
otros.
Con mucha frecuencia el niño o niña que acosa a otro
compañero suele estar rodeado muy rápidamente de una banda o grupo de
acosadores que se suman de manera unánime y gregaria al
comportamiento de hostigamiento contra la víctima. Ello es debido a la falta de
una autoridad exterior (por ejemplo, un profesor, un familiar, etc.) que
imponga límites a este tipo de conductas, proyectando el acosador principal una
imagen de líder sobre el resto de sus iguales seguidores.
A menudo la violencia encuentra una forma de canalizarse
socialmente, materializándose en un mecanismo conocido de regulación de grupos
en crisis: el mecanismo del chivo expiatorio. Destruir al que no es
seguidor, al que se resiste, al diferente, al que sobresale académicamente, al
imbuido de férreos principios morales, etc.
Tipos
de acoso escolar
Los profesores Iñaki
Piñuel y Zabala y Araceli Oñate han descrito hasta 8
modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas:2
1. Bloqueo social (29,3%)
2. Hostigamiento (20,9%)
3. Manipulación (19,9%)
4. Coacciones (17,4%)
5. Exclusión social (16,0%)
6. Intimidación (14,2%)
7. Agresiones (13,0%)
8. Amenazas (9,1%)
Bloqueo
social
Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear
socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento
social y su marginación impuesta por
estas conductas de bloqueo.
Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de
hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues
son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red
social de apoyos del niño.
Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse
con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño
socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil,
indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al niño desencadena
socialmente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria
conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De todas las
modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es
una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio niño
no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere
estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.
Hostigamiento
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten
en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio,
falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño. El
desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la
crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los
indicadores de esta escala.
Manipulación
social
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden
distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con
ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada
negativamente de la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o
dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo
que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa
de esta manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros
niños se suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el
acosado merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado
“error básico de atribución”.
Coacción
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden
que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas
quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de
su voluntad.
El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad
proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios,
pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos,
sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con
frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones,
abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las
represalias sobre sí o sobre sus hermanos.
Exclusión
social
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir
de la participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas
conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al
ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión,
impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.
Intimidación
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen
amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una
acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el
niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento
físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.
Amenaza
a la integridad
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.
Causas
El
agresor: características psicológicas y entorno familiar
Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer
ninguna enfermedad mental o trastorno de la personalidad grave,
presenta normalmente algún tipo de psicopatología. Fundamentalmente,
presenta ausencia de empatía y algún tipo de distorsión
cognitiva.
La carencia de empatía explica su incapacidad para
ponerse en el lugar del acosado y ser insensible al sufrimiento de este.
La presencia de distorsiones cognitivas tienen
que ver con el hecho de que su interpretación de la realidad suele eludir la
evidencia de los hechos y suele comportar una delegación de responsabilidades
en otras personas. Así, normalmente responsabiliza de su acción acosadora a la
víctima, que le habría molestado o desafiado previamente, con lo que no refleja
ningún tipo de remordimiento respecto de su conducta (los datos indican que,
aproximadamente, un 70% de los acosadores responden a este perfil).
La psicología actual, por otra parte, identifica en los
acosadores escolares la existencia probable de una educación familiar permisiva
que les puede haber llevado a no interiorizar suficientemente bien el principio
de realidad: los derechos de uno deben armonizarse con los de los demás. La
consecuencia es la dificultad para ponerse en el lugar del otro por una
carencia de altruismo vinculada a un ego que crece a
costa de los demás, meros instrumentos a su servicio, y que tiene un umbral de frustración muy
bajo. Algunos autores denominan a este tipo de niño como niño tirano.
El niño mal educado en la familia probablemente
reproducirá en la escuela los hábitos adquiridos. Ni respetará, ni empatizará
con los profesores, ni con sus compañeros. Sus frustraciones quizá le lleven a
elegir un cabeza de turco. A menudo será aquel compañero que le
haga patentes sus limitaciones y carencias, o que, simplemente, le parezca
vulnerable.3
El
entorno escolar
Se puede dar el caso de que la ausencia en clase (o, en
general, en el centro educativo) de un clima adecuado de convivencia pueda
favorecer la aparición del acoso escolar. La responsabilidad al respecto oscila
entre la figura de unos profesores que no han recibido una formación específica
en cuestiones de intermediación en situaciones escolares conflictiva, y la
disminución de su perfil de autoridad dentro de la sociedad actual.
La
televisión
El mensaje implícito de determinados programas
televisivos de consumo frecuente entre adolescentes que exponen un modelo de
proyecto vital que busca la aspiración a todo sin renunciar a nada para
conseguirlo, siempre y cuando eso no signifique esforzarse o grandes trabajos,
constituye otro factor de riesgo para determinados individuos.
Los expertos han llegado también a la conclusión de que
la violencia en los medios de comunicación tiene efectos sobre la violencia
real, sobre todo entre niños. Se discute, no obstante, el tipo de efectos y su
grado: si se da una imitación indiscriminada, si se da un efecto
insensibilizador, si se crea una imagen de la realidad en la que se hiperboliza
la incidencia de la violencia, etc.
En conclusión la televisión con alto riesgo de violencia
afecta a los niños, en el sentido de querer y tratar ser como ellos ( tipos de
modelo prototipo).
Prevención
Se estima que la intervención simultánea sobre factores
individuales, familiares y socioculturales, es la única vía posible de
prevención del acoso escolar. La prevención se puede realizar en distintos
niveles.
Una prevención primaria sería responsabilidad de los
padres (apuesta por una educación democrática y no autoritaria), de la sociedad
en conjunto y de los medios de comunicación (en forma de autorregulación
respecto de determinados contenidos).
Una prevención secundaria sería las medidas concretas
sobre la población de riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente,
promover un cambio de mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los
casos de acoso escolar aunque no sean víctimas de ellos), y sobre la población
directamente vinculada a esta, el profesorado (en forma de formación en
habilidades adecuadas para la prevención y resolución de conflictos escolares).
Por último, una prevención terciaria serían las medidas
de ayuda a los protagonistas de los casos de acoso escolar.
Resolución
de conflictos
Pese a que la figura del acoso en general atiende a un
concepto de negación del conflicto al tratarse de un maltrato soterrado
(incluso para la víctima, pues a ella le declaran la guerra en secreto, nunca
abiertamente), tal vez podría hablarse de conflicto para simplificar
el acercamiento a la materia. Y es que el conflicto forma parte de la vida y es
un motor de progreso, pero en determinadas condiciones puede conducir a la
violencia. Para mejorar la convivencia educativa y prevenir la violencia, es
preciso enseñar a resolver conflictos de forma constructiva; es decir,
pensando, dialogando y negociando. Un posible método de resolución de
conflictos se desarrolla en los siguientes pasos:
§ Definir adecuadamente el conflicto.
§ Establecer cuáles son los objetivos y
ordenarlos según su importancia.
§ Diseñar las posibles soluciones al conflicto.
§ Elegir la solución que se considere mejor y
elaborar un plan para llevarla a cabo.
§ Llevar a la práctica la solución elegida.
§ Valorar los resultados obtenidos y, si no
son los deseados, repetir todo el procedimiento para tratar de mejorarlos.
Una buena idea puede ser la de ir escribiendo las
distintas fases del proceso, para facilitar su realización. En los programas de
prevención de la violencia escolar que se están desarrollando en los últimos
tiempos, se incluyen la mediación y la negociación como métodos de resolución
de conflictos sin violencia.
Referencias
1. ↑ José
Sanmartín, "Violencia y acoso escolar", pág. 13.
2. ↑ Cf. el
trabajo de Iñaki Piñuel y Araceli Oñate (2007).
3. ↑ José
Sanmartín, art. cit., pág. 14.
Bibliografía
- Piñuel, I. y Oñate, A. (2007). Mobbing escolar: Violencia y acoso psicológico contra los niños. Madrid:CEAC.
- Sanmartín, J. (2007). "Violencia y
acoso escolar". Mente y Cerebro,
26:12-19.
- Piñuel, I. y Oñate, A. (2006) "Test
AVE, Acoso y Violencia Escolar, Madrid 2006, TEA Ediciones, ISBN:
84-7174-858-4.
- Piñuel, I. y Oñate, A. (2007) Acoso y Violencia Escolar en España: Informe Cisneros X, Madrid, 2007, IIEDDI, ISBN: 978-84-611-4842-4.
- Portal:Educación.
Contenido relacionado con Educación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario